No se puede seguir así

El Valencia de Bordalás, ni la sombra del de las primeras jornadas, ya es un punto peor que el de Javi Gracia

Un lance del Betis-Valencia

Un lance del Betis-Valencia / EFE

Rafa Marín

Rafa Marín

Desastre absoluto, sin paliativos. Así no. Otra vez no. Imperdonable la sensación de inoperancia y desquicio con la que definitivamente han volado las esperanzas. Es el mismo equipo que fue líder provisional pero parece otro. Sin ideas, roto, arrasado desde el primer minuto.

Un déjà vu que acabó con Gayà pidiendo disculpas: "No se puede seguir así". El Valencia de Bordalás, que venía de salvarse en Mestalla con un gol en el 98', es desde ayer un punto peor que el de Javi Gracia. Y emite las mismas malas sensaciones, imposibles de camuflar. La Bordaleta, que firmó su séptima jornada sin ganar, está haciendo aguas por todas partes. Especialmente en defensa, lo que menos se esperaba.

Se había prometido la reconstrucción del ADN de atrás hacia adelante pero el resultado es un coladero. Un grupo plano arriba y frágil atrás que comete de nuevo concesiones imperdonables y errores infantiles. La clasificación no engaña: tres puntos de 21. Lesiones e imprevistos lo han atravesado a sabiendas de que el mercado, pese a darlo por bueno viniendo de dónde se venía, cerró en falso. Sin plan B, además sin Soler y con la sospechosa desaparición de Maxi, se ha caído en la mediocridad más absoluta.

No estaba en el guion repetir el de la pasada temporada (y el de la anterior). Al menos no tan pronto. El entrenador era la gran baza y el reloj se ha parado. Mala pinta y partido agónico el sábado contra un Villarreal que tampoco está hoy para tirar cohetes pero cuyo panorama no es ni por asomo tan preocupante. Meriton, que se lo había jugado todo al banquillo, de nuevo a la intemperie. Cada vez más presión y asfixia. Situación nuevamente insostenible.