Nunca dejes de correr

Este domingo disfrutamos de una carrera cuyo nombre resume toda una filosofía de vida

Final de una carrera popular en Valencia

Final de una carrera popular en Valencia / SD

Pilar Lopez

Pilar Lopez

Se suele decir que los fines de semana (para los que los tienen libre) son para descansar. Yo procuro hacer todo lo contrario, cansarme al máximo. No concibo un sábado o un domingo sin hacer algo de deporte, preferiblemente correr. Por eso me gusta especialmente la carrera Never Stop Running que ayer tuve el placer de disfrutar de nuevo. Porque su nombre ya lo dice todo, es todo un alegato, una filosofía de vida: Nunca dejes de correr, Nunca Te Rindas. ¡Que el running no pare! Eso es algo que en València lo llevamos a su máxima expresión.

Hacía dos años que no participaba en una carrera del Circuito de València y ayer por fin, me reencontré con él, y además, en una de las pruebas que más me gusta, en mi barrio. Desde febrero de 2020, justo también en la Never Stop, no había corrido una prueba del Circuito de Carreras ya que la pandemia lo dejó en suspenso y el pasado mes de enero no pude participar en la carrera inaugural de esta edición, la Galápagos, otra clásica.

Correr cualquier carrera en València es siempre una gozada, aunque te conozcas de memoria las calles, el recorrido... siempre es como vivirla por primera vez. Las Carreras del Circuito de València tienen además un encanto especial. Primero porque desde que te acercas a la línea de salida hasta que cruzas la meta no paras de encontrarte con conocidos, amigos... el ambiente es espectacular. La mayoría de gente corre sin la presión que irremediablemente generan otras carreras en las que vas más pensando en los ritmos o las marcas. Aunque, por supuesto el Circuito de València también tiene un importante componente competitivo, para mí lo que prima siempre es pasar un buen rato y descubrir los distintos barrios de la ciudad a golpe de zancada.

El sábado habían caído 24 kilómetros en la vía Verde Ojos Negros de Navajas. ¡El último largo para el Maratón de Castellón! que ya está a la vuelta de la esquina, así que ayer me tomé los cinco kilómetros de carrera como un entrenamiento de recuperación. Y después, para ‘soltar’ piernas al estilo Nadal y completar una gran matinal deportiva, ruta suave de 30 kilómetros en bici por El Saler (otra de las maravillas que nos regala València).   

Además, disfruté mucho acompañando a gran amigo que reaparecía después de una lesión. Esa es otra de las virtudes del Circuito, es una gran motivación para gente que lleva poco tiempo corriendo, que vuelve a las carreras tras un paréntesis por lesión... Las motivaciones son infinitas pero todos coincidimos en algo: Never Stop Running, Nunca Te Rindas.