Burlas inaceptables

Esta vez no se ha salvado nadie porque ha sido en la cara de todos, incluidos los que la dan por Meriton

Anil Murthy, antes de reunirse con Ximo Puig

Anil Murthy, antes de reunirse con Ximo Puig / F. CALABUIG

Rafa Marín

Rafa Marín

El escándalo por la gestión de las entradas para la final de Copa es una burla inaceptable en la cara de todos. Y en la cara de todos es, sin excepciones, en la cara de todos. Esta vez no se ha salvado nadie, ni siquiera los que a estas alturas todavía dan la suya por Meriton. Ese es el fondo de la cuestión y no la sintaxis de un comunicado trampa cuyo único objetivo era, ante la sospecha desde Libertad VCF de que dentro de las 17.497 entradas se estaban metiendo “muchas cosas”, camuflar el destino de las 4.610 entre las que no se incluyen las 3.260 de los compromisos institucionales ni las 146 para autoridades, invitaciones y palcos VIP.

Esa deliberada falta de transparencia es del todo inaceptable de cara a los aficionados, especialmente de esos 31.534 socios que no se han quedado por el camino y a los que, literalmente, se ha ninguneado. En el historial de Meriton es una gota más en un vaso que rebosa, pero algo lo suficientemente grave como para que se precipitase una cascada de consecuencias, entre ellas sobre lo que está ahora mismo sobre la mesa de las instituciones. Lo mínimo sería salir y explicarlo. Es lo que se merecen todos los valencianistas que se lanzaron a la calle para celebrar el pase a una final que debería ser motivo de fiesta, no de revanchas y continuos bochornos. 

Complicado

España no debería tener problemas para pasar a los octavos. Sin embargo, Alemania era el peor rival que podía salir del bombo 2, por lo que la selección de Luis Enrique tendrá una prueba de lo más exigente a las primeras de cambio en un Mundial en el que parte más cerca de los favoritos que de los tapados. En todo caso, habrá que ver cómo evoluciona de aquí a entonces la Roja y, especialmente, qué ocurre con algunos de los internacionales que forman parte de su columna vertebral. Entre ellos dos que como Soler y Gayà son hoy futbolistas del Valencia y ojalá lo sigan siendo entonces.

Ultimísima

Son más reales las opciones de Europa vía liga del Villarreal, en vísperas del Bayern, que las de permanencia del Levante. En ambos casos, los cartuchos se les van agotando.