Opinión | MUNDIAL F1

Ferrari se ahoga en Mónaco

En un fin de semana que tenían un coche ganador, acabaron por detrás de su rival

Carlos Sainz, con gesto serio en el GP de Mónaco

Carlos Sainz, con gesto serio en el GP de Mónaco / CHRISTIAN BRUNA /EFE

Era difícil ver en el Gran Premio de Mónaco una cara más seria que la de Carlos Sainz al cruzar segundo la línea de meta, pero la había: la de Charles Leclerc. Aunque esa no la vimos en el podio porque el monegasco se quedó sin recibir ningún trofeo en la carrera de casa. Ferrari lo tenía todo de cara: salían primero y segundo, pero ni uno ni otro de sus pilotos pudo ganar y mucho menos lograr ese esperado doblete. El resultado en el principado hace que RedBull saque pecho y, aunque Verstappen no ganara, la pifia de Ferrari con Leclerc hace al holandés más líder.

La lluvia vino a añadir incertidumbre y en ese mar de dudas Sainz supo ver cómo ganar. Carlos insistió una y otra vez a su box que quería pasar desde las gomas de lluvia extrema directamente a las de seco, sin montar intermedios. Esa era la apuesta ganadora y en Ferrari acabaron por hacerle caso. Pero a pesar del acierto estratégico del español, todo se torció cuando al salir de boxes un doblado le impidió pasar y perdió dos preciosos segundos. RedBull copió la estrategia con Checo, adelantó en boxes y ahí se acabó la posibilidad de Carlos. Los coches de 2022 nacieron para favorecer una lucha más cercana pero no se puede pedir milagros: la estrechez de la pista monegasca y la falta de agilidad de estos pesados monoplazas en curvas cerradas hizo imposible ver más adelantamientos.

Será difícil volver a ganar la confianza en Ferrari. En un fin de semana que tenían un coche ganador acabaron por detrás de su rival. Las conversaciones de radio entre en Leclerc y su box hacen todavía daño en los oídos: “Pero que **** estáis haciendo” les soltaba cuando en menos de un segundo pasaban a decirle “entra en box” a “quédate fuera”, cuando ya estaba en la calle de boxes. Hace siete días un motor les dejaba sin victoria y este domingo en Mónaco la estrategia de los italianos les hacía pegarse un tiro en el pie. Son errores como estos los que pesarán a final de temporada. Binotto hablaba de dos fallos que cometieron y lo difícil que resulta tomar decisiones en caliente. Pero es esa toma de decisiones lo que separa a los buenos de los ganadores.