Opinión

Guillamón, Gattuso y el ‘Albelda-barajismo’

A ojos del técnico italiano la capacidad para gobernar el juego que tiene Hugo le convierte en un ‘6’ prototípico, un pivote de raza

Hugo Guillamón, frente al Getafe

Hugo Guillamón, frente al Getafe / Francisco Calabuig

El valencianismo vive anclado en la tan natural como estanca concepción del ‘6’ y el ‘8’ como perfiles que han de construirse a imagen y semejanza de David Albelda y Rubén Baraja. Creo que es la razón por la que en ocasiones toca leer algo así como que Guillamón no es un pivote ‘de verdad’, cuando en realidad Gattuso no ha podido encontrar a uno que sepa interpretar mejor lo que él pide. En Italia el asunto de la medular se construye de otra manera cuando hablamos de un trivote, el ‘6’ responde a lo que llaman ‘regista’ y es el principal encargado de armar el juego, mientras que el ‘8’ es el jugador más físico y con capacidad para abarcar campo. Si nos vamos a referencias concretas: Pirlo era quién jugaba más retrasado en Milan o Juve y Arturo Vidal o el propio Gattuso los que hacían, como interiores, la labor de perro de presa. A ojos del técnico italiano la capacidad para gobernar el juego que tiene Hugo le convierte en un ‘6’ prototípico, un pivote de raza.