Reconocible y con capacidad de mejora

El Levante se acerca cada jornada a la identidad que quiere conseguir Calleja y es un indiscutible candidato al ascenso

De Frutos durante el Levante - Ponferradina

De Frutos durante el Levante - Ponferradina / German Caballero

Juanma Romero

Juanma Romero

Es muy difícil, casi imposible calibrar el margen de mejora que tiene este Levante pero tras lo visto ante el Alavés el pasado lunes, estoy convencido que el nivel exhibido se comienza a acercar a lo que quiere Javi Calleja. En Mendizorrotza fuimos testigos del mejor Levante de esta temporada y no solo por el gran resultado cosechado, sino por la sensación transmitida sobre el verde. En un duelo ante un igual, por objetivos y presupuesto, el cuadro granota salió sin complejos a exhibir su idea de juego y a incomodar al máximo a un cuadro vitoriano que se había mostrado inexpugnable en casa. El conjunto de Calleja llevó siempre la manija del choque, controló todos y cada uno de los detalles, además de encontrar ese colmillo de efectividad que sigue siendo uno de los debes hasta el momento. La victoria dejó más que tres puntos. Aportó un golpe de efecto que ahora sí evidencia que el Levante es indiscutiblemente favorito para estar arriba y coronar el ascenso. 

Seguro que Javi Calleja piensa, y razón no le falta, que la perfección todavía está lejos, pero todas las señales de momento son altamente positivas y optimistas. Lejos quedan las dudas y sombras de inicios de campaña. Este equipo comienza a saber a qué juega y Calleja ya va disponiendo de las piezas para sacar el máximo rendimiento. No quiero olvidar la implicación de todos los actores, los futbolistas, que han dado un gran paso al frente y han revertido una dinámica que conducía a lo desconocido. Unos mejor que otros, han mostrado que son conscientes de donde están y hacia donde se dirige el club. Esa comunión de ideas es clave para jugar bien y ganar. Pese a todo, la cautela debe seguir imperando. A punto de llegar al ecuador del campeonato todavía resta un mundo infinito. Esperan en el horizonte momentos de apretar dientes, malos días, arbitrajes irregulares y una muestra de fortaleza será sobreponerse a todo esto y creer, se lo han ganado.

Este periódico apuntaba hace unos días que la dirección deportiva ya otea el mercado en busca de un refuerzo para el ataque. Lo comentaba la semana pasada y lo ratifico ahora, hay que tener alternativas fiables en la delantera. Aunque Bouldini anotó en Vitoria, el resto de opciones atacantes no han garantizado gol y los números así lo reflejan. Buscar opciones futuribles es una medida consecuente porque con 20 jornadas disputadas la evidencia de que falta pólvora es tangible. Con unos márgenes estrechos en lo económico y en los que sería necesario dar alguna salida, todo lo que sea recomponer para solidificar será bienvenido y a buen seguro que Calleja lo agradecerá. 

Este domingo se cierra la primera vuelta en el Ciutat a lo grande. El Éibar será un contendiente de enjundia ya que además llega como flamante líder. Otro duelo de campanillas en el que el Levante tiene una oportunidad de oro para poder dormitar en puestos de ascenso directo, e incluso como líder, hecho que no se ha podido conseguir hasta ahora. Ganar sería la constatación de que la evolución sigue su curso y además cerraría el primer tramo liguero sin haber perdido ante ninguno de los seis primeros clasificados. El Eibar fue en su momento una de las bestias negras en Orriols y de hecho hubo que esperar hasta el octavo enfrentamiento entre ambos para poder ganar. Fue en la campaña 2002-03 cuando los granotas, que habían incorporado a jugadores de prestigio como Mijatovic o Amato, se impusieron a los armeros con un tanto precisamente del montenegrino. La historia reciente ha sido más benévola y sobre ella habrá que apoyarse para seguir sumando de tres en tres y llegar a Navidades en la cima de la tabla.

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