Hay que dar con la tecla

Hay cosas que han dejado de funcionar y no queda otra que fichar y que el entrenador sepa dar con la tecla

André Almeida se desespera tras una ocasión fallada contra el Cádiz

André Almeida se desespera tras una ocasión fallada contra el Cádiz / JM Lopez

Rafa Marín

Rafa Marín

No ha hecho más que empezar pero el año amenaza con ser largo. En LaLiga los números son imposibles de maquillar. Tirando las largas, la racha de solo 28 victorias en los últimos 100 partidos habla de una mala época en Mestalla. Con las cortas, Gattuso lleva en 16 jornadas siete derrotas, cuatro de ellas en casa, lo que confirma la ausencia de un punto de inflexión. Fichado como líder para un puesto que es una trituradora, Rino no es el único culpable ni tampoco el primero. Pero sí que es uno de los responsables. Suya es la obligación de encontrar soluciones a los muchos problemas que afectan y se le han juntado al Valencia. Especialmente los que tienen que ver con las decisiones que se toman desde el banquillo. Las dudas de la pretemporada invernal han ido a más con el regreso de la competición oficial. Con las dos derrotas consecutivas y sobre todo las malas sensaciones contra el Cádiz es como si se hubiese perdido el norte. Y es en momentos como el actual cuando más tiene que notarse el liderazgo. A las puertas de la Supercopa, el riesgo de que el equipo se caiga deportiva y psicológicamente es grande. Tan cierto como que la plantilla no da es que la identidad en el juego, la virtud más valorada en los mejores días, ha empezado a difuminarse. Arriba se ha perdido la fluidez y en defensa los errores se repiten sin solución de continuidad. Que hacen falta fichajes para no acabar otra vez en tierra de nadie es una realidad. Pero también lo es que hay cosas en el libreto del míster que han dejado de funcionar. No queda otra que dar con la tecla. Porque no parece que sea la que se está tocando.

Recital

El que parece haber dado con la tecla y además contra pronóstico es Quique Setién. Pese a las dudas del primer acto en Cartagena, el Villarreal volvió a apuntarse una victoria de prestigio ante el Madrid. Ni siquiera el recital de Soto Grado aguó el de los groguets, superiores de inicio a fin al actual campeón gracias a un fútbol mejor cohesionado. Si se confirma esta línea ascendente, la decisión de haber mantenido la calma en los momentos más difíciles será un acierto. 

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