A vueltas con la salida de balón

¿Por qué seguimos intentando describir la manera en la que juega un equipo a través de cuatro números? Para mí, un sistema de juego es algo vivo y cambiante

Foulquier, Cömert y Almeida, en la derrota del Valencia frente al Athletic

Foulquier, Cömert y Almeida, en la derrota del Valencia frente al Athletic / FRANCISCO CALABUIG

Andrea Esteban

Andrea Esteban

¿Por qué le damos tanta importancia al sistema de juego? ¿Por qué valoramos tanto un posicionamiento totalmente estático? ¿Por qué seguimos intentando describir la manera en la que juega un equipo a través de cuatro números? Para mí, un sistema de juego es algo vivo y cambiante.

El Athletic le ganó la partida a un Valencia, que pese a jugar en su estadio, no se encontró cómodo en Mestalla. Gattuso sorprendió a todos con una alineación con la que buscaba acumular muchos hombres en el medio campo. De esta manera, el entrenador volvía al 1-4-3-3 cuando estaba en posesión de balón, manteniendo a su vez cuando no lo tenía, un bloque defensivo y equilibrado sin descomponer esas dos líneas defensivas de 4 jugadores, que han hecho que el equipo de una imagen más compacta y difícil de superar. Por su parte, el Athletic supo desde inicio cómo hacerle daño a su rival. Muniain se movió libremente a espaldas de los centrocampistas del Valencia, que se situaban demasiado paralelos, sin variar su altura, como si estuviesen posicionados sobre un futbolín. Por tanto, cuando esa primera línea de delanteros y de mediocentros del Valencia eran superados, al Athletic se le abrían multitud de opciones para hacer daño a una línea defensiva local que se encontraba desprotegida, corriendo hacia atrás, y sufriendo en exceso por su perfil diestro.

El encuentro se disputó en su mayoría en campo del Valencia, sin excesivas llegadas a ambas áreas, eso sí, con una sensación de superioridad visitante cuando presionaba la salida de balón local. El equipo liderado por Gattuso, no consiguió plasmar su manera de ver el fútbol, no encontró las soluciones para superar una presión alta de Valverde, y acabó pidiéndole a sus futbolistas que golpearan el balón sin un plan, sin un posicionamiento adecuado y principalmente, tomando una decisión debido a la impaciencia de los aficionados locales que se habían desplazado a Mestalla. Ese cambio, no mejoró a un Valencia que en la segunda parte no generó ninguna ocasión de gol, y sí le dio alas a un Athletic, que con el tercer gol controló el partido en todo momento generando peligro atacando los espacios a espaldas de la defensa valencianista.

Yo soy una entrenadora que me encanta sacar el balón desde zonas iniciales controlado, con la posesión del mismo, generando superioridades y buscando los espacios libres que te genera tu posicionamiento y tu movilidad dentro del campo. Esta manera de ver el fútbol, te provoca dos situaciones diferentes. La primera es que el rival no venga a presionarte con demasiados jugadores y por tanto puedas avanzar con el balón hacia campo rival sin excesivo riesgo. La segunda se produce cuando el rival viene a presionarte con muchos futbolistas en esa salida de balón, se te generan unos espacios detrás de la línea de centrocampistas y detrás de la línea defensiva oponente que tienes que intentar conquistar mediante golpeos medios o largos, atacando esos espacios con tus jugadores ofensivos. Si todos tus futbolistas vienen a pedir el balón en apoyo, esos espacios desaparecen y te vuelves predecible en tu juego. Si puedes superar la presión de 6 rivales con un golpeo trabajado a tu delantero que es capaz de quedarse ese balón o puede dejar de cara a un compañero que conquista un espacio desocupado, no estás “rifando” la posesión de balón, estás minimizando riesgos y estás creando una situación positiva de, mínimo una igualdad numérica, con mucho espacio que atacar en campo rival y con el control absoluto del balón.

Esta situación el Valencia la buscó poco, cuando golpeó cerró al equipo sin ser ganador en disputas ni en segundas jugadas, dejó de lado lo que había estado trabajando hasta ayer, y no consiguió “vivir” en campo rival que era lo que el aficionado esperaba de una segunda parte en la que ambos equipos se estaban jugando prácticamente la temporada. Analizaremos los cambios que se produzcan de cara al partido del domingo, sin darle tanta importancia a los sistemas, pero sí a los comportamientos de los equipos sobre el terreno de juego.

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