Somos el Levante

El equipo ha llegado hasta los puestos de ascenso directo para quedarse

Pablo Martínez, tras firmar su renovación con el Levante

Pablo Martínez, tras firmar su renovación con el Levante / JM López

Juanma Romero

Juanma Romero

Un amigo levantinista al que no veía hace tiempo coincidió casualmente conmigo hace unos días y me invitó a una `reunión´ informal con otros dos conocidos a un café. Tras el éxtasis vivido en Cartagena enseguida calé el perfil de cada uno de ellos. Mi amigo había estado en Cartagonova y contó lleno de gozo su experiencia, el viaje, el ambiente vivido en la grada y por supuesto el júbilo que supuso volver en autobús con los tres puntos. Con su vena de entrenador frustrado destripó el esquema de Calleja al detalle. Su táctica, el estilo de juego y por supuesto el favoritismo de quién debe jugar más o menos. Todo esto sabiendo su eterno fervor hacia la figura de Paco López. Pese a la buena situación por la que atraviesa el equipo, mostró ciertas reservar a ver al Levante en Primera División la próxima temporada a tenor de los buenos refuerzos que según él han hecho lo rivales directos como Las Palmas, Eibar, Alavés o Granada.

El segundo aficionado en cuestión era un entusiasta de las estadísticas. Lejos de usar nuevas tecnologías, es ese seguidor que todavía apunta los resultados en un cuadernillo, que suma las titularidades y los minutos de cada uno de los futbolistas, y que luego saca un extracto de su rendimiento. Coincidió conmigo en apuntar que la sequía que arrastran algunos delanteros puede ser un lastre que toca salvar, así como la evidente mejora en defensa respecto a los últimos años en la máxima categoría. Sin caer en el pesimismo, también dejó entrever que el camino que queda es complicado por tener todavía que rendir visita a Las Palmás o Ipurúa y recibir en casa al Alavés o Albacete, así como hacer frente a posibles bajones o malos días.

Me llamó la atención que el tercer seguidor en discordia apenas intervino. Escuchaba, asentía y poco más. Le pregunté su opinión y me quedó todo claro. ‘Somos el Levante y con eso me vale. No temo a nadie, el resto es el que debe temernos’. Poco más se podía añadir y no pude estar más de acuerdo, porque este equipo se ha ganado ya el respeto y por encima de la consideración que hay que tener a todos los rivales, el conjunto de Calleja está ahora mismo un escalón y medio por arriba. No hay que mirar más allá. No me cabe ninguna duda de que si el Levante mantiene su nivel actual, y si lo cambia va a ser para mejorar aún más, el objetivo se va a conseguir sí o sí. 

Por primera vez esta temporada, el bloque granota defenderá un puesto de ascenso directo esta jornada frente al Andorra. Qué lejos parece aquel partido jugado en el Principado cuando el proyecto de Nafti comenzaba a descarrilar. Ahora, como ante el Cartagena el pasado domingo, todo ha cambiado, y para bien. El Ciutat tiene ganas de fútbol, de ver a su equipo, porque ahora sí la sonrisa ha vuelto a Orriols tras muchos meses de escarnio.

En esta ola de optimismo el club oficializó una gran noticia. La renovación de Pablo Martínez hasta el 2026. Encarrilada desde hace un tiempo, el Levante se ha asegurado la continuidad de un futbolista que es y será importante en el futuro más inmediato. La continuidad de Pablo además confirma el compromiso, la lealtad y la fe en el proyecto de un jugador con el cartel de apetecible para muchos clubes y que ha priorizado seguir en el Levante como hizo en su día Pepelu o como por ejemplo valoró Bouldini, pese a tener alguna propuesta en el mercado invernal. Y es que, como me recordó ese aficionado, ‘Somos el Levante’, y eso pesa.

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