Cuánto vamos a echar de menos a Marchena

Carlos ha dejado un vacío importante en el banquillo. Ojalá el Pipo no lo eche de menos. El Valencia sí lo hará. Por lo que hizo. Por lo que dice. Por lo que siente. Por lo que representa. Por todo

Carlos Marchena, en Mestalla antes del Valencia-Real Sociedad

Carlos Marchena, en Mestalla antes del Valencia-Real Sociedad / JM López

Andrés García

Andrés García

Carlos ha dejado un vacío importante en el banquillo. Ojalá el Pipo no lo eche de menos. El Valencia sí lo hará. Por lo que hizo. Por lo que dice. Por lo que siente. Por lo que representa. Por todo. Porque es una figura que desprende compromiso, verdad, respeto y amor al escudo. Solo así se entiende que llorara en el Benito Villamarín y pensara que la única posibilidad de quedarse en el club era descender a segunda. Los dirigentes de Meriton deberían escucharlo y tomar nota de lo que dice. Y dice que «el Valencia es complicado» y que «el ruido perjudica». Pues no le falta razón.

El Valencia es complicado porque se habla de todo menos de fútbol, pero eso no es un problema de su afición. Ni de su entorno. Es la consecuencia de la caótica gestión de Peter Lim y de lo mal que se han hecho las cosas en este club desde 2019. Que el máximo accionista no haya perdido ni cinco segundos de su vida en dar las «gracias» a Carlos y al Pipo por la permanencia tiene delito. El club necesita gente como ellos.   

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