El futuro de LaLiga

Un largo camino por el desierto es lo que le espera a una competición venida a menos

Javier Tebas habló del Valencia CF

Javier Tebas habló del Valencia CF / EFE

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El aficionado al fútbol es cada vez más aficionado únicamente a su equipo que al propio fútbol. No lo juzgo, pero sí me parece un problema de base. Sobre todo porque como en todo negocio no vale solo con consumir un partido de los diez que se juegan en la máxima categoría y los once de Segunda. Pero es imposible culpar a un aficionado que año a año ve como la vida es más cara y casi hay que pedir un crédito para consumir LaLiga (nótese la ironía). Para colmo lo dividen entre dos plataformas y te venden que es más caro porque se puede entrevistar a Pedri en el descanso o se puede saber qué le está diciendo un entrenador a sus jugadores durante el ‘cooling break’ o en la previa.

La pantomima resulta hasta ridícula si no fuera porque Javier Tebas, más preocupado de tuitearse con Piqué y soltar palos por la Kings League en lugar de mejorar LaLiga, se sube el sueldo de tanto en cuando y aún saca pecho de lo magnífica que es la competición liguera y lo bien que está planteado el tema del Fair Play Financiero. Mientras tanto la fuga de talentos es evidente y ya no es solo la Premier League la que cuenta con un fútbol mucho más atractivo y un plan al más puro estilo NBA, sino que hay otras ligas como la italiana que poco a poco están también avanzando.

Por todo eso se antoja prácticamente una temeridad pedirle a un aficionado o aficionada que este fin de semana deje de hacer planes de sábado o domingo para sentarse en el sofá y ponerse el Rayo-Alavés, Athletic-Cádiz, Celta-Mallorca o Getafe-Osasuna. Con el máximo respeto a todos los seguidores de esos equipos, porque a ellos tampoco les diría que se pusieran un Alavés-Valencia o un Levante-Oviedo. Por su bien sobre todo.

En definitiva, la calidad del fútbol español ha bajado tanto que, más allá de aquellos que juegan algún tipo de juego ‘fantasy’ con los colegas y quieren ver si su jugador ha marcado o su rival ‘se ha comido una roja’, es imposible pensar en disfrutar de cada partido como si fuera el mejor plan del fin de semana. Y lo peor de todo es que la salida de futbolistas como Carrasco, Benzema, Bono o Canales, ya con una edad considerable, también están empezando a abandonar el barco talentos jóvenes Veiga, Kangin, Fresneda, Nicolas Jackson y Chukwueze, entre otros.

La pérdida de nivel no tiene freno y sin duda la peor noticia de todas es que dentro de unos años se puede pagar muy caro a nivel medio. Porque más allá de Barcelona o Madrid, que siempre tienen dinero -aunque en el caso culé sorprende visto lo visto-, el resto de los mortales está empezando a sufrir hasta para renovaciones de jugadores ‘normalitos’ para rellenar plantilla. Tebas, un plan sin fisuras. Eres un fenómeno.

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