Ahora sí que se sabe

El tiempo dirá si el movimiento es inteligente. De momento era necesario. Pero nada de cortinas de humo. Ojito

LayHoon saludando a María José Catalá

LayHoon saludando a María José Catalá

Rafa Marín

Rafa Marín

Será el tiempo y no el que filtra negociaciones con Bankia sin novedad o el que no entiende lo que lee (si es que lo lee, que la duda está) quien diga si es inteligente o no dejar la pelota en el tejado de Lim con el tema del estadio. De lo que no hay duda, eso sí, es de que el movimiento es necesario, así que bienvenido sea por el bien del Valencia CF y de la ciudad.

Un frenazo en seco que supone una reculada importante respecto a lo que se venía negociando a puerta cerrada con Pum Cabrera y que es consecuencia directa de la segunda saga de Meriton Confidencial, cuyo testigo han recogido rápido los partidos del Consistorio, tanto el socio principal como la oposición con esa moción de censura al concejal Olano presentada ayer una hora antes de la nota pública con la noticia del día. Ahora bien, a estas alturas, nada de bajar la guardia. Muy al contrario.

Hay que seguir más vigilantes que nunca para que esto no sea una cortina de humo con la que ganar tiempo, que Olano supere el match-ball y volver a negociar a poco que en la Avenida de las Cortes se muevan dos camiones de arena. Después de las palabras el 9 de octubre de un Solís nuevamente auto-retratado («los últimos detalles»), la atención hay que ponerla en Singapur, que es donde se mantiene el meollo. Layhoon, antes de que la relevara Pum, no se cortó a la hora de decir en las tomas de contacto que no moverían ni una excavadora si las cosas no eran como ellos decían. Por tanto, a ver por dónde sale el jefe, porque todo sea que él ni siquiera vaya a tragar con lo de maquillar las obras.  

Maniobras orquestales

El convenio está dicho que no es un tema menor pero lo importante es que el freno se ha pisado a tiempo y que ahora se empieza prácticamente de cero respecto a la vuelta del verano. Conseguido eso y caminando por una mejor línea, lo que hagan a partir de este momento los políticos es cosa suya. Después de tratar de escenificar el martes en privado lo contrario, la alcaldesa sabrá si deja caer o acaba reubicando al superconcejal, desautorizado desde su propio equipo y por la crisis reputacional desatada en KPMG.

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