La misma mentira de cada temporada

Hugo Duro

Hugo Duro

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El fútbol no siempre es cíclico pero en el Valencia de los últimos años sí se cumple un patrón. Una mentira que se empeñan en dibujar algunos durante los inicios de temporada y que poco a poco se va desdibujando para, en ese momento, encontrar alguna excusa banal y sin demasiado sentido.

Con Bordalás, Gattuso y Baraja el patrón ha sido el mismo. El inicio de una identidad clara, un camino en el que se vendía ‘ahora sí’ y un final en el que, salvo aquella final de Copa del Rey, el Valencia se da un golpe de realidad con la clasificación. La única diferencia en esta ocasión es que este vestuario, al menos de momento, sí me genera tranquilidad en cuanto a unión y a dejarse la piel. No hay ‘engañadores’, ni futbolistas que estén paseándose salvo alguna rarísima excepción puntual.

Por eso, el objetivo de este Valencia, más allá de si es el descenso o no, tiene que cambiar y es volver a tener ese chip de inicio de temporada. Salir sin ese miedo al campo que a principio de curso permitía estar más en campo rival. Al contrario de eso, la realidad de este equipo es que han perdido esa frescura también por culpa de un Peter Lim que, siendo honestos, no creo que sepa ni cómo va el Valencia en la tabla, ni si necesita fichajes, ni cómo quedó en el último partido. Así que de momento serán Baraja y los ‘niños’ los que tengan que tirar de un carro cada vez más pesado pero que no tiene más alternativas. Son ellos o ellos. Bueno... y todo Mestalla arropándoles. 

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