Nunca es tarde si la solución es buena

Se ha perdido mucho tiempo pero al final Danvila los pone y eso hay que valorarlo, más allá de que no sea una solución ideal

Javi Calleja lamentándose

Javi Calleja lamentándose

Rafa Marín

Rafa Marín

El Levante UD ha perdido mucho tiempo a base de prórrogas y aplazamientos para un problema económico que siendo grave tiene solución y que no debería haber dejado al club tan en el limbo como ha estado hasta que Danvila le ha dado forma a una propuesta con la que llega al tope de lo que en principio y sin la ayuda de Boluda estaba dispuesto a poner. Más allá del discurso de la herencia envenenada, al que no se puede estar recurriendo siempre y aún menos cuando el Consejo es el mismo, la realidad es que el futuro pasa por una inyección a corto plazo no de ciento y pico millones sino de 30. Y Danvila ya va por 23. Así que por mucho que a cambio se garantice un tercio de la propiedad del club y un retorno al 7,5 por ciento de interés fijo más un porcentaje variable, poco hay que objetar a quien se sigue jugando su patrimonio. Máxime en un momento en el que, con la excepción de las propuestas de Valiente, el único que está echándose la mano al bolsillo es él. Que su propuesta se dé por buena, sin embargo, no significa que sea la ideal, especialmente de cara a la disolución de los pequeños accionistas. Pero es un remedio, o al menos un camino para llegar a él.

Después de tanta incertidumbre, en Orriols hace falta que de una vez por todas haya un plan y que las decisiones de Danvila tengan continuidad. También en la parcela deportiva, donde la meta a corto y medio plazo tiene que ser el ascenso. Nunca es tarde si la solución es buena, aunque sigue habiendo mucho trabajo. Además, si algo ha quedado claro desde el crash del play-off es que el actual modelo sobre el que se sustenta el club está del todo caducado. Lo de la Fundación como máxima accionista, al dictado del Consejo de turno y sin ningún tipo de capacidad y control, es una pantomima que no se sostiene. Lo que toca es que haya responsables con nombre y apellidos. Y si encima se juegan su dinero, mejor. Eso sí que es una verdadera garantía.

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