¿Para esto hace falta un máximo accionista?

Peter Federico González

Peter Federico González / EFE

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

El Valencia CF lleva desde los tiempos de la pandemia del virus recurriendo más de una vez -y de dos- a pagarés para hacer frente a parte de las fichas de la primera plantilla. No es esta una práctica exclusiva del club que (des)gobierna Meriton, aunque sí, una muestra del ruinoso fútbol español al que Peter Lim ha contribuido como un campeón. La broma de Lim como inversor se cuenta sola. Resulta que el empresario de Singapur es incapaz de garantizar de su bolsillo los emolumentos de un grupo de jugadores cada vez más barato por obra y gracia de Jorge Mendes, verdadero director general del club cuando a él le da la gana serlo. Mendes y Lim, Lim y Mendes, una pareja inservible e insensible para el Valencia. No les preocupa ni la imagen del escudo ni la tranquilidad de unos jugadores que, por fin, han dado alguna alegría a su gente gracias a Rubén Baraja. Quien, por cierto, lleva días esperando para la dar la bienvenida a un jugador del filial madridista, ¡Peter Federico! 

JUSTO E INTELIGENTE

Tras la remontada a mano armada del Real Madrid al Almería, al que no le dejaron ganar, pese a los dos golazos que marcó en el Bernabéu, Mestalla pasó a ser en solitario el fortín de la Liga. El escenario donde los locales menos tantos encajan. Un dato que nos enseña la inteligencia del ‘Pipo’. A falta de calidad, su Valencia compite desde la defensa, los méritos premiados y las emociones de su afición. 

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