Opinión

Bajo mínimos

El terror viene ahora en verano con las posibles salidas. Y no porque se vayan, sino por sus recambios

Imagen en Vigo

Imagen en Vigo

Sensación extraña la que tuve ayer al acabar el partido entre Celta y Valencia CF. No porque acabe una temporada rara o porque el partido fuera soso y descafeinado -que también-, sino porque la sensación es que este equipo está bajo mínimos. Está funcionando en reserva y a punto de quedarse sin combustible. Así que, si ayer se os hizo largo el partido, esperaos a verano. Esto no ha hecho más que empezar.

Ayer el Valencia CF no se jugaba nada y de ahí la poca tensión que hubo en todo el partido. Un empate y gracias. Pero no nos engañemos, el resultado de ayer es lo de menos. Me quedo con la sensación de que el Valencia CF es un conjunto que está al límite, sin fuerzas, sin recursos, sin alma, sin vida.

La temporada se nos ha hecho muy larga a todos. Los futbolistas han hecho un trabajo bueno -casi- toda la temporada, y hay que poner en valor todo lo conseguido por esta plantilla que ha liderado un Baraja con pocos recursos. Nadie dábamos un duro por estar salvados, tranquilos y vivos a varias jornadas del final de La Liga y estar unas pocas en la lucha por Europa. Una batalla que fue un espejismo, pues al grupo no le dio para más. No tuvo más gasolina en el depósito ni carburante extra en un repostaje invernal para para competir con otros clubes que, sin hacer una gran temporada, corrigieron a tiempo sus errores. 

Y es que no puedo evitar sentir amargura por el tramo final de campaña y cómo al equipo no le ha dado para más por culpa de una planificación terrible -sobre todo en el mercado invernal-. Al final, “la temporada ilusionante” que decía Corona, ha acabado con 7 puntos más que la campaña pasada. La suerte que has tenido es que los equipos que han bajado han estado a un nivel aún peor que la temporada pasada; así como los que luchaban por entrar en Europa, quienes algunos se cayeron de esa pelea antes de tiempo. 

Porque el Villarreal CF es el claro ejemplo de poder corregir la dirección de un equipo a tiempo. El conjunto groguet estaba peleando por no bajar en Navidad y, tras fichar a Marcelino e incorporar varios refuerzos de rendimiento a corto plazo, ha acabado pasándote y quedándole corta una liga en la que casi se meten a luchar por competición europea. 

El terror viene ahora en verano con las posibles salidas. Y no porque se vayan, sino por sus recambios. El problema no es que vendas jugadores, porque aquí hemos vendido a Villa, Silva, Mata, Albiol… la cuestión es el sustituto. Mejorar a jugadores como Mamardashvili, Mosquera o Pepelu es complicado, pero por muy defensor que sea de los chavales, me niego a seguir ya el mantra de fomentar la cantera y convertir a niños en adultos de la noche a la mañana. Tan bueno es darles oportunidades como no quemarlos en el proceso y dejar que sigan formándose. Hacen falta refuerzos con experiencia, oficio y con rendimiento a corto plazo que ayuden a los chavales que este año han dado la cara como han podido y sabido.

¿Se irá Lim? ¿Habrá cambios en el Local Management? ¿Volverá el equipo a ser algún día lo que fue? No lo sé y ojalá tuviera respuesta para todo ello. Solo sé que preguntes lo que preguntes en el club siempre aluden a lo mismo: “El Valencia CF debe un equipo sostenible”. Pues miren, tengo que decirles que no, que lo que es el Valencia CF ahora mismo es un equipo bajo mínimos.

Suscríbete para seguir leyendo