Traca final antes de la Copa

Tres partidos en cinco días. Uno en casa y dos fuera. Ese es el difícil reto al que se enfrentan los de Jaume Ponsarnau

El calendario no da tregua a un Valencia Basket que, sin tiempo para lamentaciones, tiene que pasar página rápidamente a la derrota sufrida el domingo en el último segundo ante el RETAbet Bilbao de Rafa Martínez.

El Valencia Basket Un partido que servirá además de ensayo general para el duelo que tan sólo 8 días después protagonizarán ambos equipos en el cruce de cuartos de final de la Copa. El Valencia Basket y de paso, afianzarse entre los ocho primeros de la Euroliga. Tras superar de forma brillante al Panathinaikos, los de Ponsarnau afrontan otro más que complicado choque ante el tercer clasificado de la máxima competición continental.

La Euroliga depara esta semana una doble cita ya que tras enfrentarse al Barça, sin apenas descanso, dos días más tarde, el viernes 7 de febrero los de Ponsarnau visitan al Bayern de Munich. A priori, se trata de unas visitas más accesibles de la competición ya que los alemanes son colistas de la Euroliga.

Sin embargo, el cansancio y el poco tiempo de recuperación, pueden añadir dificultad al duelo. Para cerrar una semana sin tregua, el domingo 9, el Valencia Basket viaja a Madrid para medirse al Estudiantes en la jornada 21 de la Liga Endesa. Un partido que es de vital importancia para los taronja que tras sufrir dos derrotas consecutivas en Liga, ante Bilbao y Monbus Obradoiro, no deben dejar escapar la victoria en la cancha del penúltimo clasificado.

Acumulación de partidos

El intenso calendario está pasando factura, sobre todo en la competición doméstica, donde los de Ponsarnau están acusando la falta de tiempo para preparar tácticamente los partidos. Se ha podido comprobar en las dos últimas derrotas ante Obradoiro y Bilbao, dos rivales a priori inferiores pero que juegan con la ventaja de sólo disputar un partido semanal y por tanto disponen de mucho más tiempo para preparar tácticamente cada partido de Liga y estudiar a conciencia al rival. Algo que Ponsarnau no está pudiendo hacer esta temporada en la que se ve obligado a preparar muchos partidos en apenas 48 horas. Esta semana, al técnico catalán se le vuelve a acumular la faena.