El vestuario del Valencia Valencia se siente fuerte y con ganas de pelear hasta el final para lograr los objetivos en la segunda mitad de la temporada. Esa es la principal conclusión que destilan en privado algunas voces de la plantilla después de una cena de equipo celebrada este miércoles por la noche en un conocido restaurante de València a la que asistieron todos los jugadores y el cuerpo técnico y a la que ha tenido acceso SUPER.

En un principio estaba previsto que el conjunto de Marcelino se ejercitara en las instalaciones de Paterna el jueves por la mañana pero el asturiano, que se ha mostrado partidario de este tipo de reuniones a lo largo de la temporada, decidió variar el plan de trabajo y premiar a los suyos trasladando la sesión a la tarde para que la cena pudiera celebrarse -y alargarse- con tal de reforzar así las juntas del vestuario.

Después de dos temporadas en las que los malos resultados han generado un entramado de tensiones que acabaron plantando el germen de la descomposición en el seno de la plantilla, Marcelino y el resto de miembros de su staff son conscientes de la importancia que tiene generar una dinámica de confianza de puertas hacia adentro. Hasta la fecha el equipo ha superado cualquier expectativa, está en puestos Champions y deja atrás un periodo de máximo desgaste físico y mental con dos partidos por semana. La victoria del Madrid ante el Leganés provoca que el Valencia caiga al cuarto puesto -circunstancia de la que se habló en la cena- pero eso no trastoca absolutamente nada. Con un partido por semana la sensación que queda es que este equipo es capaz de competir al máximo y lograr ese billete a la Champions.