Volvió la verticalidad a Mestalla... a cuentagotas

El centrocampista de L' Eliana regresó al once tras cumplir ciclo de tarjetas ante la Real y fue el jugador que más criterio aportó, aunque le faltó continuidad

Hugo Guillamón en el partido contra el Rayo Vallecano

Hugo Guillamón en el partido contra el Rayo Vallecano / JM López

Rafa Jarque

Solo recuperó un efectivo José Bordalás para el duelo correspondiente a la jornada quince de LaLiga ante el Rayo Vallecano. Hugo Guillamón cumplió sanción en el Reale Arena ante el cuadro de Imanol Alguacil y hoy, ante el Rayo de Andoni Iraola, recuperó la batuta en el centro del campo del Valencia CF. José Bordalás optó por volver al esquema de 4-4-2 que tantas alegrías le dio al equipo en las primeras cuatro jornadas de competición (tres victorias) pero también con el que luego se atravesó una racha desastrosa de siete encuentros sin conocer la victoria. En ese doble pivote ante el Rayo, Daniel Wass acompañó a Guillamón, aunque fue el centrocampista de L' Eliana quien provocó prácticamente todo el peligro ofensivo del equipo, que desde luego no destacó por su abundancia.

El Valencia comenzó el partido muy seguro atrás, sin sufrir lo más mínimo en defensa pero a la vez sin capacidad de generar nada a nivel ofensivo. Wass y Guillamón cerraron filas y sujetaron a la perfección a un Rayo que, sin peligro, acumulaba más posesión de balón en zonas sin demasiada trascendencia. A pesar de una preocupante inoperancia ofensiva del cuadro de Mestalla, no tardó demasiado tiempo el Valencia en hilar una gran combinación que acabaría provocando el penalti. Quién si no, fue Hugo Guillamón, cansado de horizontalidad, quien rompió filas rayistas con un buen pase vertical que desarboló por completo la zaga visitante. La jugada prosiguió con varios toques de calidad y posteriormente el gol desde los once metros de Carlos Soler tras la exhaustiva revisión del VAR.

El 1-0 campeaba en el marcador y las tareas de contención volvieron a ganar protagonismo para el joven pivote que, sin arriesgar demasiado en sus acciones, aseguraba el control del balón para su equipo cada vez que el Valencia recuperaba. Sin embargo, a partir del primer gol del encuentro, le costó bastante a Hugo Guillamón ser consistente. Sus apariciones fueron disminuyendo con el paso de los minutos, aunque él era el único que proponía algo más que mover el balón de lado a lado. La primera gran ocasión de la segunda mitad también surgió de las botas de Hugo. Le llegó la pelota en la frontal del área y de primeras elevó un balón de forma magistral para dejar a Guedes en buena posición de remate dentro del área. El portugués definió demasiado cruzado lo que habría significado el gol de la tranquilidad. A Guillamón le sobró criterio cada vez que entraba en contacto con el esférico. El '6' de Bordalás acabó con 29 pases completados de 37 intentos, es decir, un 78% de efectividad. Además, uno de ellos fue ese pase clave con el que conectó con Guedes. Cuatro de sus desplazamientos fueron en largo, llegando receptor en dos de ellos, demostrando una vez más que a pesar de haberse desarrollado desde sus inicios como central, su desplazamiento de balón es su principal virtud. El futbolista de L' Eliana, además, provocó un total de seis faltas. Por contra, perdió en ocho ocasiones la posesión del cuero.

Seguían pasando los minutos y el centro del campo del Valencia iba perdiendo cada vez más protagonismo hasta que finalmente en el minuto 64 llegó el gol del empate de Isi tras una jugada mal defendida del Valencia. Ni el mediocampo en el centro de Comesaña ni la defensa en los remates de Catena e Isi estuvieron contundentes para despejar el peligro. La situación no solo no mejoró tras el empate, sino que pudo ser peor. Con el partido completamente roto, el centro del campo del Valencia no fue capaz de restaurar el control del balón y solo los fueras de juego por milímetros salvaron al Valencia de perder el encuentro. Sin ser un partido demasiado exigente en clave defensiva para los chicos de Bordalás (salvo tramos sueltos al final), el partido de Guillamón en tareas defensivas fue correcto. Ganó los siete duelos con el balón sobre el césped que disputó y lo acompaño también de un duelo ganado por alto (el único que disputó). Redondeó su actuación con una entrada yendo al barro.

Con el partido ya completamente roto, intentó justo antes de ser sustituido en el minuto 88 por Koba un balón al área desde varios metros aprovechando la llegada de Foulquier. Bien un punto más de velocidad del francés o bien un poco menos de potencia en el envío privaron al Valencia de una última gran ocasión que hubiera sido provocada de nuevo por el mismo futbolista. El partido de Hugo Guillamón fue correcto, destacando considerablemente respecto a sus compañeros en el centro de campo por demostrar mucho más criterio. No obstante, no logró ser constante y su peso en el juego lo demostraba a cuentagotas. Le faltó algo de continuidad a un jugador que devolvió la verticalidad a Mestalla tras su jornada de reflexión.