El Valencia CF se cayó a la media hora

El Valencia CF cayó en el Santiago Bernabéu en un partido con excesivas desconexiones que le hicieron imposible sacar algo positivo. La falta de contundencia defensiva y los errores cometidos en fase de salida fueron fatales contra un Real Madrid con la calidad suficiente como para penalizar cada fallo. Y así fue. 

El equipo de José Bordalás saltó al terreno de juego con un esquema de tres centrocampistas (Hugo-Wass-Yunus) posteriormente modificado para formar un 1-4-4-2 más habitual en el conjunto valencianista. No hubo sorpresas en el reparto de la posesión, los blanquinegros cedieron por completo esta faceta del juego a los madridistas (62-38 por cien) y en la primera mitad se defendieron bien, buscando hilvanar algún contragolpe. 

El Real Madrid, no obstante, se fue creciendo a través de la pelota y sometió al Valencia estando muy junto, favoreciendo las asociaciones por dentro y firmando una efectividad en el pase muy elevada. La estrategia operativa de tener cierta espera, ser compactos, e intentar impedir ese juego interior tuvo éxito durante un tramo de partido, pero fue disminuyendo su eficacia.

Los datos del desarrollo del partido señalan un claro punto de inflexión: el minuto 30. En el Valencia se empezó a disminuir la distancia entre las líneas, aumentó el juego del Madrid en campo rival y se redujeron las recuperaciones valencianistas. El equipo cada vez más embotellado tras la media hora de juego y con ello las acciones de peligro de los blancos crecieron en consonancia. Antes de ese minuto las intentonas madridistas se redujeron a acciones a balón parado y disparos de larga distancia. 

El fichaje del central es urgente: los números del horror

Y es que, a partir de ese minuto 30, igual que Kroos mantuvo su relevancia desde el inicio, Modric realizó hasta su sustitución su mayor participación en el encuentro con un 70 por cien de sus pases del tramo que va del minuto 30 al 71. Por el lado valencianista Hugo Guillamón y Daniel Wass finalizaron como primera y segundo jugador con más acciones en el partido y mayor éxito en las mismas, siendo los dos jugadores que más trabajo tuvieron ante el juego interior madridista.

En la métrica de goles esperados (xG, es decir, número de goles que se estima que marcará un equipo en función de su producción ofensiva) el equipo de Bordalás finalizó con 1.46, un dato a primera vista engañoso ya que 1.24 es la suma del penal y posterior tiro. Por tanto sin esa acción quedaría en 0.39. El Real Madrid finalizó con un 3.57, por debajo de los goles finalmente anotados. La diferencia en ataque fue muy notable.