Ilaix Moriba, el joven que tiró la puerta abajo en La Masía

Diferencial en cada categoría en la que jugó durante su crecimiento, el guineano busca ahora minutos para poder progresar en el fútbol de élite

Ilaix Moriba, en sus presentaciones

Ilaix Moriba, en sus presentaciones / MIGUEL RUIZ

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El camino de Ilaix en La Masía fue una constante de expectativas. En el club sabían que había un talento entre manos y el objetivo era moldearlo hasta dar con la tecla. Un centrocampista poderoso, que jugó en otras posiciones durante su trayectoria formativa, pero que fue demostrando que además de físico tenía más calidad que el resto. En esa línea, Moriba fue derribando la puerta de varias ‘normas’ que tiene marcadas el FC Barcelona y que se levantaron para ‘atar’ al actual futbolista del Valencia CF. Una de ellas fue la de jugar con jugadores más mayores. El futbolista no notó el cambio y siguió imponiéndose a pesar de ser edades tempranas. Pero incluso más allá de lo físico, donde ha destacado durante muchos años, es también en lo técnico donde demostró que era un jugador ‘made in Barça’. Otra de las excepciones que realizaron desde la Ciudad Condal con el canterano fue la de ofrecerle un contrato sin precedentes en el club para un jugador que apenas había pisado primer equipo (700.000 euros). Ilaix lo firmó y continuó con su imparable ascenso hasta aterrizar en el primer equipo. 

Su debut en el primer equipo fue una muestra del potencial que tenía. Asistencia en sus dos primeras jornadas y gol en la tercera. En la cuarta 21 minutos y de nuevo en la quinta asistencia. Su impacto fue tan ‘bruto’ que en el Barcelona no se hablaba ya de otra cosa que de la renovación. Era el objetivo número uno. Prioridad total para una plantilla que necesitaba de ‘inputs’ positivos y que contaba con futbolistas como él y Pedri para ofrecer algo de ilusión a una afición enfadada con Koeman y compañía. 

El futbolista sin embargo tomó dos decisiones importantes para su carrera. La primera de ellas fue la de jugar por Guinea a pesar de haber sido internacional en categorías inferiores de la selección española. La segunda fue la de no renovar a falta de un año para terminar contrato y el Barcelona le enseñó la puerta de salida rumbo al RB Leipzig. 

En Alemania sin embargo no contó con demasiado protagonismo en la primera vuelta. El contexto no era nada sencillo. Cambio de entrenador tras la era Nagelsmann, mucha competencia, un estilo nuevo y la necesidad de tener un rendimiento inmediato en una liga desconocida. Todo eso acabó llevando a Ilaix al Valencia en el mercado de invierno. El jugador quería volver a España, entendió que el Valencia era una posibilidad perfecta para contar con minutos y, dada la mala planificación, tendría menos gente por delante que en otras propuestas que tuvo por el camino. En definitiva, Ilaix y València fueron dos piezas destinadas a encontrarse. 

Peluquero de vocación

«Uno de sus hermanos era un gran jugador, prometía muchísimo y no siguió el camino de progreso que se esperaba. Esto Ilaix lo tiene muy en cuenta. Lo he hablado mucho con él porque trabajamos los valores, incluido el hecho de saber digerir el éxito y el reconocimiento, algo que no es fácil a su edad», explicaba a EFE Josep Pons, su profesor de peluquería, hace tan solo un año. «Nuestra filosofía es muy coincidente con la de La Masia. Está basada en los valores, en la cultura del esfuerzo, en la humildad y en la superación constante», aseguraba Pons en una entrevista realizada hace un año y que dejaba claro que Ilaix estaba trabajando también fuera del fútbol ‘por si acaso’.

No solo en eso, también tiene conocimientos de gestión de empresas. «Ilaix siempre ha tenido una actitud modélica. Es muy hábil. Tiene una facilidad brutal para captar y plasmar», aseguraba Pons. «A mí algunas personas me dijeron que Ilaix quizá no tendría disciplina y la verdades que es un chico muy disciplinado, todo lo que puedo decir sobre él es positivo», insiste. En definitiva, el futbolista tenía, y tiene claro por su entorno, que tiene que ser profesional para tener una carrera larga. Y en el vestuario del Valencia dan buena prueba de que se ha adaptado a la perfección.