Kang In deja helado a Mestalla (1-2)

Una vez más el Valencia se cayó después de conseguir estar por delante en el marcador y en una segunda mitad para el olvido

Los jugadores del Mallorca celebran un gol en Mestalla

Los jugadores del Mallorca celebran un gol en Mestalla / Francisco Calabuig

Pau Pardo

Pau Pardo

Una vez más el Valencia se cayó después de conseguir estar por delante en el marcador y en una segunda mitad para el olvido. Por falta de energía, pero también por errores de concepto claros -como templar balones en horizontal hacia el medio- y una desconexión que se hace muy complicada de explicar cuando ha costado tanto marcar un gol. El equipo de Gennaro Gattuso picó piedra contra un planteamiento muy defensivo hasta conseguir marcar por mediación de Edinson Cavani, pero todo lo que vino después del tanto del uruguayo fue un desastre absoluto. Tanto que el Mallorca se creció atacando los espacios concedidos por los valencianistas, convertidos en una máquina de perder balones. Muriqi primero y Kang In, que pidió perdón a Mestalla, después, hicieron los tantos del triunfo mallorquín para resignación del valencianismo.

La primera mitad tuvo un guion más que claro por las antagónicas propuestas de los dos equipos. Aguirre planteó una defensa numantina: diez futbolistas en 30 metros por detrás de la pelota para cerrar espacios y tratar de contener la circulación valencianista, que carburaba en pases cortos, pero que tenía dificultades para mover el bloque balear en busca de generar fisuras. Nico se mostraba sólido a la hora de encontrar a los interiores, pero los extremos se veían excesivamente obligados a meterse por dentro porque no les llegaban cambios de orientación.

En esta dinámica, el Valencia buscaba hacer daño desde el control total de la pelota y buscando explotar desmarques de ruptura de Yunus y Almeida, pero más allá de un varios centros laterales bloqueados y un disparo del portugués desde la media distancia al borde del descanso, los de Gattuso no pudieron encontrarse cómodos en ningún momento ni de darle al juego el frenetismo en el que se sienten poderosos.

Cavani volvió a marcar

El Valencia saltó al campo en la segunda mitad sabiendo que debía marcar cuanto antes para obligar a los bermellones a salir de su defensa en bloque bajo y dejar espacios. Pensado y hecho gracias a la calidad diferencial de Edinson Cavani, que cinco minutos después de saltar al campo realizó un pase al espacio de gran calidad a Samuel Lino y el brasileño, con una talentosa acción técnica provocó el penalti de Antonio Sánchez. El atacante uruguayo se encargó de convertirlo desde los once metros engañando al portero.

Kang In, tomando aire frente al Valencia

Kang In, tomando aire frente al Valencia / Francisco Calabuig

Había hecho lo más complicado el Valencia y la desconexión inmediata fue incomprensible. El Mallorca avisó primero con un disparo de media distancia y minutos más tarde lo igualó también de penalti. Nico metió el pie de forma incomprensible porque el atacante tenía enfrente a Ozcakar y con un ligero toque desestabilizó a Amath. Muriqi no perdonó ante un Mamardashvili, cuyo talón de Aquiles son los penaltis.

Gattuso juntó a cuatro delanteros

Los goles abrieron por completo el partido y dieron alas a un Mallorca que empezó a ser más atrevido, probando de nuevo al guardameta georgiano, que sacó una mano providencial a un disparo que le llegó desviado. Gattuso movió el banquillo dando un claro mensaje de que empatar en casa contra el Mallorca tiene sabor a derrota y puso sobre el campo a Marcos André y Hugo Duro acompañando a Cavani y Lino, un planteamiento radical en busca del gol.

Cavani puja con Jaume Costa

Cavani puja con Jaume Costa / Francisco Calabuig