Mestalla se agarra a tres ‘claves’ ardiendo

El Valencia todavía está a tiempo de salir del pozo, aunque para lograrlo debe empezar por ganar este domingo en Elche para no sumar más de 200 días sin vencer a domicilio

Partido de liga Valencia CF - Real Sociedad

Partido de liga Valencia CF - Real Sociedad / JM Lopez

Rafa Jarque

Rafa Jarque

El Martínez Valero acoge este domingo una de las últimas oportunidades del Valencia CF para volver a meterse de lleno en la pelea por la salvación. Un escenario complicado de analizar para el equipo de Baraja, pues el Elche está virtualmente descendido y solo ha sacado los tres puntos en su feudo en una ocasión esta temporada. Sin embargo, en frente se topará con un equipo cuyos números como visitante apenas distan de los mencionados: solo una victoria a domicilio, la lograda el siete de octubre en El Sadar. 198 días después, el Valencia está obligado a conseguir la segunda. 

Por el camino quedan derrotas duras e importantes ante rivales directos que han empujado al equipo ahora dirigido por Baraja hasta los ‘puestos rojos’ de la tabla, ya cuatro puntos por debajo de la salvación (teniendo en cuenta que el gol average con el Almería está perdido). José Zorrilla, Power Horse Stadium, Coliseum Alfonso Pérez... en ninguno de esos tres escenarios el Valencia fue capaz de sacar al menos un punto y la losa se ha ido haciendo cada vez más grande. Hasta tal punto que ya solo sirve ganar. Sin excusas. Superar los 200 días sin sumar tres puntos como visitante situaría al equipo en un lugar del pozo del que sería muy complicado salir. 

La afición lo sabe y por eso habrá una marea blanquinegra en el Martínez Valero este domingo. Más allá de las entradas que el club sacó a la venta para ocupar la zona visitante del estadio franjiverde, que por cierto se vendieron todas en cuestión de minutos, se espera que otros muchos valencianistas estén presentes en la grada. Las previsiones hablan de alrededor de 4.000 valencianistas. Todo para que el Valencia sienta que juega en casa. La afición, de nuevo, ya ha cumplido. Ahora es el turno de la plantilla. Esa es, sin duda, una de las principales razones para creer en la permanencia.

La afición de Mestalla a la llegada del autobús a Mestalla

La afición de Mestalla a la llegada del autobús a Mestalla / Francisco Calabuig

Mestalla nunca falla, ni como local para seguir llenando prácticamente el estadio cada partido, ni como visitante, con movilizaciones masivas. Pocos equipos más pueden presumir de contar con el respaldo de una afición tan fiel en momentos de absoluta crisis. 

Ese apoyo incondicional y esa fuerza ‘extra’ que es capaz de suministrarle a su equipo tendrá que notarse más que nunca en los múltiples duelos directos que aún le restan al equipo. Y esa es precisamente otra razón para creer en que el Valencia va a evitar la quema. De las nueve jornadas restantes, tres de ellas son ante rivales directos como Valladolid, Cádiz y Espanyol. El duelo ante los pericos, por cierto, se dará en una penúltima jornada en Mestalla agónica si ambos equipos llegan todavía vivos. Estas citas hacen que, a pesar de la oscura realidad actual, el equipo de Baraja todavía depende de sí mismo para celebrar una salvación en el mes de junio. 

Calendario ‘amable’

El último clavo ardiendo al que puede y debe agarrarse el valencianismo es al del calendario. Lo peor parece haber pasado ya y en estas últimas nueve fechas el único ‘gigante’ que aguarda es una Real Madrid que, en la jornada 35, podría no estar jugándose ya nada. Además, ese duelo de altura se celebrará en Mestalla. Más allá de los duelos directos ya mencionados ante Valladolid y Cádiz, el calendario depara salidas ante equipos con la temporada resuelta como Celta o Mallorca. La pérdida de ritmo competitivo que provoca saber que los deberes están hechos podría jugar a favor del Valencia en estos compromisos que, en situaciones normales, serían más complejos. También resta, en la jornada 33, un derbi ante el Villarreal en Mestalla.

Imagen de la última victoria en Mestalla ante el Osasuna.

Imagen de la última victoria en Mestalla ante el Osasuna. / Francisco Calabuig