Un duelo de intensidad, concentración y valentía

Para ganar al Real Madrid, llegue en la situación que llegue, un equipo debe controlar de cabo a rabo todos los factores del partido. Tanto los tácticos como los psicológicos y emocionales.

Es un partido en el que Mestalla se contagia hasta por un saque de banda a favor y aplica una presión atmosférica irrespirable, pero el equipo debe darle gasolina para sostener este impulso 90 minutos.

Mestalla se merece una tarde mágica

Intensidad y concentración

Los de Rubén Baraja, que presumiblemente actuarán con un trivote, deberán doblar en intensidad a su rival especialmente en la medular para no dejar circular rápido la pelota y poder lanzar sus ataques con verticalidad una vez robe el cuero. El Madrid está dolido y no se le puede dar la opción de sentirse cómodo en el campo y con la posibilidad de desquitarse. Bloquear a los Benzema, Vinicius o Asensio pasa por un ejercicio de concentración total e ideas claras, ya que son capaces de penalizarte cualquier desconexión. 

Valentía

A partir de una base defensiva sólida, el Valencia es el que se la juega y el que tiene el factor ambiental a favor. El momento anímico del Madrid es una baza que se puede aprovechar, pero el equipo tiene que ir a buscarle las cosquillas y asumir algunos riesgos en la presión. Los extremos tendrán un valor fundamental con el buen momento que atraviesan Diego López y especialmente Justin Kluivert.