Mestalla no es de segunda, Vinícius

El valencianismo saca músculo y acaricia la permanencia en medio de las provocaciones del brasileño y las mentiras de Ancelotti en rueda de prensa

El resumen del triunfo vital por la salvación del Valencia ante el Real Madrid

JM López

Andrés García

Andrés García

Mestalla es muy grande. Y no solo por su edad: cien años y dos días. El viejo coliseo es grande porque gana partidos del Valencia como lleva haciendo desde 1923. Y porque es capaz de salvar al equipo del descenso. Como en 1983 con aquel gol de Miguel Tendillo al Real Madrid. Como esta temporada con los tantos de los ‘niños’ Diego López, Alberto Marí y Javi Guerra. Los tres goles (seis puntos) de los chavales ya forman parte de la historia del club. Igual que el apoyo incondicional del estadio en esta recta final de la temporada. Mestalla, como no podía ser de otra manera, es la salvación. Los 40 puntos y el gustazo de ganar a los blancos son el mejor homenaje posible al Centenario. 

El equipo de Rubén Baraja dio un paso de gigante hacia la permanencia (decimotercero en la tabla a cinco puntos del descenso a falta de tres jornadas) en un partido para el recuerdo en el que sobraron las provocaciones de Vinícius y las mentiras de Ancelotti. El italiano acusó a Mestalla de racista por cantar al unísono «¡Mono, mono, mono!» a Vinícius. Algo que no sucedió.

Vinicius insulta a un periodista de Superdeporte

Redacción SD

La realidad fue muy distinta. Mestalla le llamó «tonto» después de encararse con la afición, ser expulsado por una agresión a Hugo Duro y hacer el gesto de ‘a segunda’ con sus dedos cuando se retiraba. Una falta de respeto que indignó al estadio y a los futbolistas. SUPER le preguntó a Vinícius en zona mixta si se arrepentía o quería pedir perdón por su gesto. Su respuesta fue reírse a la cara del periodista e insultar: «Eres tonto, tú». El partido también dejó un episodio aislado de posible racismo. El brasileño señaló a un aficionado por llamarle «mono». «¡Ha sido tú!», le decía. El club, por supuesto, condena cualquier insulto racista y ya está trabajando en la identificación de los aficionados. LaLiga ya ha localizado a dos. 

El valencianismo, ejemplar desde la previa

Mestalla no insultó. Al revés. El viejo coliseo estuvo a la altura de su Centenario y se engalanó para la ocasión mucho antes de empezar el partido. El valencianismo recibió al autobús en la Avenida de Suecia como en los días grandes. La afición respondió como siempre. 46.002 espectadores. Casi lleno. Rozando la mejor entrada de la temporada: 46.007 contra el Barça. Muchos fueron los que quisieron inmortalizar el momento histórico con fotos dentro y fuera del estadio.

La celebración empezó antes de que comenzara el balón. Se proyectaron vídeos conmemorativos con leyendas y se rindió homenaje a los valencianistas que ya no están y que jamás serán olvidados en el estadio. Como Españeta y el Patata. Sonó el primer himno del club (1924) y el himno regional a capela. Ese ya era el mejor homenaje posible al templo. Eso hasta que llegó el gol y la victoria al Madrid. ¡Qué grande eres Mestalla!