Baraja pone condiciones para renovar

El Valencia le ofrece seguir al Pipo, que quiere aceptar la oferta siempre y cuando el club le ofrezca un proyecto en el que poder confiar

Baraja

Baraja / JM LÓPEZ

Rafa Jarque

Rafa Jarque

A penas han transcurrido cuatro días desde que terminó una temporada agónica para el Valencia CF y ya parece haber comenzado la siguiente. No a nivel deportivo pero sí en términos de planificación. En ese apartado el primer frente abierto por resolver es el del banquillo. La renovación de Rubén Baraja está en el aire y estas últimas horas están siendo decisivas para el desenlace final del primer capítulo del culebrón que apunta a ser el verano en la capital del Turia. 

Con la urgencia de resolver el entramado lo antes posible, Miguel Ángel Corona, director deportivo, y Javier Solís, portavoz del club, se reunieron ayer en un hotel de València con Baraja. Al encuentro no asistió, sin embargo, la presidenta LayHoon, que tuvo que viajar a Singapur. El club, en principio, es partidario de renovar al técnico y así se lo trasladó. El Pipo, por su parte, también quiere que la relación continúe. Más claro no lo pudo dejar en la rueda de prensa posterior al partido contra el Betis, en la que manifestó que estaba viviendo «un sueño» con el club «de mis amores». Sin embargo, el ‘sí’ del vallisoletano solo llegará bajo unas condiciones.

En primer lugar, Rubén Baraja quiere que la oferta de renovación sea superior a un año. Solo así podrá confiar en que es un proyecto en el que poder confiar. Y ese es el segundo punto de la lista de condiciones. El Pipo considera que han de cambiar muchas cosas en el Valencia para poder trabajar con un rumbo fijo, que principalmente será el de no volver a vivir una temporada tan dramática como la última. En caso de estampar su firma en el nuevo contrato, tampoco descarta dimitir en caso de que el club no cumpla con las promesas que se le hagan. Como hizo Cesare Prandelli en el año 2016.

Voz y voto en la planificación

Baraja quiere ser y sentirse importante en las decisiones deportivas que se tomen a lo largo del verano. Y el preparador considera que deben haber muchas. Su idea es que en pretemporada se lleve a cabo una reconstrucción dentro del vestuario contando con su criterio. Una de sus peticiones, siempre y cuando termine oficializándose su renovación, es la de incorporar un delantero.

El equipo ha sufrido mucho esta temporada en el apartado goleador. Con Hugo Duro y Edinson Cavani completamente desviados del camino del gol, Baraja se vio obligado a recurrir a canteranos que, a lo largo del curso, han competido en Segunda Federación. Además, salvo giro inesperado, Justin Kluivert hará las maletas en las próximas semanas. El neerlandés, máximo goleador del equipo, ha jugado en Mestalla a modo de préstamo y, aunque ambas partes verían con buenos ojos continuar con el vínculo, el precio de compra que establece la Roma (15 millones) es prohibitivo para el Valencia.  

Y con todas estas condiciones y exigencias encima de la mesa, la suerte ya está echada. Rubén Baraja debe decidir si continúa asumiendo el reto de entrenar a un equipo en constante crisis económica, deportiva y social. El deseo es que el acuerdo se alcance cuanto antes porque el del banquillo no es el único frente abierto en el club. Los próximos capítulos del culebrón deber girar alrededor de los cedidos, la ‘operación salida’ los posibles fichajes y las renovaciones que aún no están cerradas.