Baraja-Vicente Moreno: aquí empezó todo

Rubén Baraja y Vicente Moreno se enfrentan este sábado por la noche en los banquillos del Power Horse Stadium. Uno como entrenador del Valencia y otro del Almería. Será el primer duelo en el césped. No en los despachos. Los dos fueron los grandes finalistas del ‘casting’ de técnicos que realizó el Valencia a mediados de febrero para sustituir a Voro y salvar al equipo del descenso a segunda división. El elegido fue el Pipo. Lo que pudo ser el principio de la nueva ‘era Vicente Moreno’ acabó siendo lo que hoy, medio año después, conocemos como el Valencia de Baraja. En aquella decisión empezó todo.

30 de enero de 2023. Gennaro Gattuso abandona el Valencia después de una larga reunión con la presidenta Layhoon Chan en la que comunica su voluntad de no continuar tras un tormentoso mercado de invierno. Voro se hace cargo del equipo por octava vez. Esta vez «hasta final de temporada». Así se lo comunicó el club con toda la segunda vuelta por delante. Fue una decisión negligente que no se sostenía. Tres partidos, tres derrotas. Antes incluso de la derrota contra el Athletic, el club buscaba entrenador a la desesperada. El Valencia, camino a segunda, era penúltimo y necesitaba una solución.

Dos fueron los nombres que el entonces Director Técnico Miguel Ángel Corona puso encima de la mesa: Vicente Moreno y Rubén Baraja. Los dos perfiles encajaban. La predisposición de ambos era total. Cada uno, eso sí, tenía sus pros y sus contras. El de Massanassa arrancó como favorito, pero su fichaje entrañaba mayor dificultad. Primero porque buscaba un proyecto estable y pedía un contrato largo: lo que restaba de temporada más dos más. Segundo, porque tenía contrato en vigor con el Al Shabbab de Arabia Saudí hasta junio aunque sus agentes entendían que no sería problema para desvincularse de forma inmediata porque no tenía cláusula de penalización. Su gran baza era su experiencia acumulada en primera (74 partidos) con el Mallorca y el Espanyol.

La otra opción era Baraja. Su contratación era más fácil y más económica. No tenía equipo, vivía en la ciudad y estaba dispuesto a firmar un contrato solo hasta el mes de junio. A su favor jugaba su conocimiento del club y el entorno. En contra, su falta de experiencia en primera división (categorías inferiores del Valencia, Zaragoza, Tenerife, Sporting, Rayo Vallecano y Elche). También le ayudaba el peso de la historia y su capacidad para ser referente en el vestuario y para conectar a la afición con el equipo. Como así fue.

Corona y el director corporativo Javier Solís viajaron a Singapur sin Layhoon para reunirse el 12 de febrero con Peter Lim con los nombres de Vicente Moreno y Baraja en la maleta. Eran los favoritos del Valencia de València, pero la última palabra la tenía como siempre de Peter Lim. El máximo accionista era partidario de la opción Nuno Espírito Santo, ya entonces técnico del Al Ittihad. El problema de la vuelta del luso era que el Valencia debía hacer frente a una alta cláusula de rescisión que rondaba los 5 millones. Dos días después, el 14 de febrero, hubo decisión final. Baraja era el elegido. Las facilidades para su contratación decantaron la balanza. Arrancaba la ‘era Pipo’.

Vicente Moreno, por su parte, acabó su contrato con el Al-Shabab (había firmado por una temporada), descartó ofertas de países cercanos a Arabia Saudí y eligió la opción española del Almería firmando por una temporada con otra opcional en función de los resultados. De momento, son negativos. Su equipo es colista con un punto de quince. Cosas del destino, una derrota mañana podría suponer su destitución del Almería. La pregunta es: ¿cómo le hubiera ido en el Valencia? Es imposible saberlo. La única realidad es que con Baraja, por suerte para el club y para la afición, va bastante bien.

Almería marca el inicio del miedo al descenso hace solo un año