Los mismos problemas de siempre

El Valencia aguantó mientras le llegó la gasolina a los titulares pero una plantilla tremendamente corta y las ausencias de Gayà y Almeida fueron fundamentales

Girona FC - Valencia CF

Girona FC - Valencia CF

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Cuando un equipo es inferior tiene que hacer todo bien para sacar algo positivo. Y en ocasiones incluso haciéndolo todo bien, el resultado puede ser negativo. Fue el caso de un Valencia que hizo muchísimas cosas como tocaba en su visita a Montilivi pero que acabó marchándose de vacío del feudo catalán. Uno de los problemas fue el de siempre y es la ausencia de una unidad B.

Y más con las bajas de jugadores como José Luis Gayà y Almeida, este último como baja de larga duración y sin que el Valencia encuentre la tecla a qué tiene concretamente. Pero dos bajas no deben servir de excusa ni tan siquiera a un Corona que sigue dejando ‘detalles’ negativos cada vez que habla. El último en la previa señalando que desde la entidad «no hay miedo a que se vayan los jóvenes». Una más para enfadar a una afición que ya ha asumido que los partidos en la mayoría de los casos ya se afrontan con esa etiqueta popularmente conocida como ‘equipo pequeño’. Encerrándose y esperando un error del rival. Y eso es lo que sucedió durante 80 minutos. 

En Montilivi hubo dos partidos. El primero estuvo bien planteado. Con lo que hay pero asumiendo que había que ceder la iniciativa, tirar de doble lateral para parar a Savinho y esperar un milagro.

Eso último llegó en forma de regalo de un David López que decidió poner el contexto aún más difícil para los de Míchel. El técnico tocó la pizarra y además apostó por doble delantero con Dobvyk junto a Stuani, que salió desde el banquillo para hacer daño a los centrales. Y la balanza se decantó claramente por culpa de esa diferencia de nombres desde el banquillo. Mientras en el caso de Míchel, el entrenador del Girona apostaba por Stuani, Portu y Yan Couto, el técnico tiraba de Diakhaby por Fran Pérez porque no tenía mucho más a nivel defensivo para cuadrar el equipo.

En ese sentido, el conjunto dirigido por Míchel vio cómo todos sus jugadores fueron resolutivos. De una manera u otra todos participaron en la remontada del conjunto rojiblanco, que sí que tiene una plantilla más profunda y que cualquier jugador que sale desde el banquillo sale activado. Ese fue el caso de Yan Couto, con un espectáculo de encuentro desde la banda derecha, y de Stuani, que marcó uno y participó en el segundo. Por su parte, Baraja se mosqueaba en la banda tras ver cómo ni Canós, ni Amallah, ni Yaremchuk hacían algo productivo. 

Y sin fichajes

El Valencia CF marcó el objetivo de la permanencia y de momento se está cumpliendo a pesar de lo triste que es asumir que el conjunto de Mestalla lleva a estas alturas los mismos puntos que el curso pasado. Sin embargo Meriton ni piensa fichar ni ha demostrado estar cpaacitado para hacerlo. 

Peter Lim tampoco quiere abrir el grifo este invierno, como ya sucedió el pasado invierno. Hace una semana, en el portal ‘Relevo’, Miguel Corona apuntaba que no conocía «aún» las «herramientas para fichar». Ya las conoce perfectamente. De hecho, desde semanas atrás, trabaja bajo la línea de inversión cero sobre opciones de cesión o futbolistas libres, como son los casos de Peter Federico (Real Madrid Castilla) o Carlos Vicente, extremo del Racing de Ferrol, que cuenta con una cláusula de 600 000 euros y acaba contrato el 30 de junio de 2024, y hasta entonces no sería viable bajo la directriz de Lim, que sigue destrozando el club.