Baraja canta las cuarenta y da licencia para soñar

La plantilla disfrutó ayer de la Mascletà con la tranquilidad que dan los 40 puntos que ya registran en la clasificación. Con la salvación ya en el bolsillo, el Valencia no tiene por qué

Los jugadores del Valencia han disfrutado de una maravillosa Mascletà en el Balcón del Ayuntamiento

Los jugadores del Valencia han disfrutado de una maravillosa Mascletà en el Balcón del Ayuntamiento

Andrés García

Andrés García

Rubén Baraja ha alcanzado los 40 puntos antes de Fallas. Algo impensable en verano cuando la presidenta del Valencia CF Layhoon Chan reconoció públicamente que el objetivo de la temporada era la permanencia. «No quiero hablar de una posición concreta en la tabla de clasificación. Para ser realistas, nuestro objetivo para esta temporada es trabajar duro y mejorar con el propósito de permanecer en primera división y asegurarnos de no volver a sufrir como la temporada pasada», dijo en una autoentrevista a principio de septiembre. Medio año después, la temporada del Pipo ha superado todas las expectativas posibles.

El técnico vallisoletano ha conseguido que el equipo rinda por encima de sus posibilidades y afronte la recta final del campeonato mirando hacia arriba en la tabla. Atrás queda el sufrimiento del año pasado con los puestos de descenso. El Pipo y sus niños han conseguido que el valencianismo se ilusione con la posibilidad de clasificarse para competición europea. El equipo está en la pelea junto al Real Betis y la Real Sociedad a falta de once partidos (uno aplazado contra el Granada). ¿Y por qué no? Como aseguró Baraja después de ganar al Getafe y como decía aquella mítica lona gigante de la final de la Copa del Centenario en la que el propio Rubén era protagonista junto a Kempes y el Piojo, «el equipo debe soñar que no tenemos techo». Quedan 33 puntos para soñar.

Los datos hablan por sí solos. El Valencia ha llegado a los 40 puntos en 27 partidos. El equipo acabó la Liga el año pasado con 42 salvándose en la última jornada. El año pasado a estas alturas de la temporada, tenía 27 puntos y se encontraba al borde del descenso. 13 puntos más son una barbaridad. Baraja no solo sale ganador de la comparativa entre el curso pasado y el actual. El Pipo ha marcado con una plantilla inferior a las del resto de entrenadores, el cuarto mejor registro de la ‘era Peter Lim’.

Los 40 puntos en 27 partidos solo son superados por los 61 de Marcelino García Toral en la 2018/19), los 57 de Nuno Espírito Santo en la 2014/15 y los 42 puntos de Albert Celades en la 20/21 antes de ser destituido. «El objetivo es llegar a los 40 puntos lo antes posible», decía insistentemente Gennaro Gattuso cuando se le torció la temporada. Baraja lo ha hecho en 27 partidos con menos herramientas. 

Es un milagro

Creer en Europa ha dejado de ser un acto de fe. La Real Sociedad está a tres puntos y el Betis a dos. La sexta o la séptima plaza son posibles. Los números avalan las posibilidades europeas del Pipo y sus jugadores. El Valencia del Pipo es el tercer mejor equipo de las últimas diez jornadas (20 de 30 puntos) después de Madrid y Barça. También es el sexto mejor equipo local de toda Laliga con 28 puntos solo por detrás de los aspirantes a Champions Real Madrid, Girona, Barcelona, Atlético y Athletic. Los de Baraja son el tercer mejor equipo del campeonato en defensa. 31 goles en contra. Solo peor que el Madrid (18) y el Athletic (26). Además, son el séptimo equipo en porterías a cero (9) con un partido de Liga menos.

«Estamos en una bonita cifra, 40 puntos, a estas alturas de temporada y hay que darle mucho valor. Sumar y ganar partidos es muy difícil. Los jugadores están haciendo una temporada fantástica por encima de las expectativas, y por momentos, soñar que no tenemos techo.

Se puede llegar lejos y, de momento, estamos en una buena dinámica. Llegar a los 40 puntos te acerca a la tranquilidad y eso ayuda a que los jugadores vayan creciendo y que el equipo se mantenga con la ilusión y la alegría con la que los aficionados disfrutan», reconocía Baraja sin salirse del su partido a partido. El Pipo se encarga semana a semana de que nadie se salga del camino ni del discurso de trabajo, humildad y realidad que trazó desde la pretemporada. El equipo no mira más allá del Villarreal-Valencia del domingo en La Cerámica, pero los duelos directos contra el Betis en abril y la Real en mayo pueden ser decisivos. Mantener vivo el sueño europeo es el reto de este joven equipo que no para de crecer: 40 puntos y los que quedan.

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