Tótem Baraja

El vallisoletano es el arquitecto de un equipo que, contra todo pronóstico, se ha situado a disposición de volver a Europa tras más de cuatro años ausente. Dinamizador de las buenas entradas de Mestalla, la afición se agarra a él como referente

Baraja

Baraja / JM LÓPEZ

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

Rubén Baraja se ha convertido en el tótem de una afición, la valencianista, que corea su nombre más que ningún otro. En El Sadar, donde el entrenador terminó la noche fotografiándose en los aledaños con una representación de los 73 incondicionales que apoyaron al equipo, no fue una excepción. Los aficionados y la crítica coinciden en destacar la figura del técnico, leyenda como jugador del Valencia campeón de principio de siglo, como la del hombre que ha obrado el milagro. El vallisoletano sostiene todo el peso del club. Es el principal interlocutor con los seguidores. El referente que ha aglutinado a una masa social que llena Mestalla meses después de haber corrido el riesgo del descenso a Segunda. Y, sobre todo, el arquitecto de un equipo que, contra todo pronóstico, aspira en la recta final de la temporada a devolver al Valencia CF a Europa tras más de cuatro años ausente, y carente del reparto de los ingresos UEFA.

La afición se ha entregado a un entrenador que en su etapa como centrocampista condujo a los blanquinegros a conquistar dos Ligas, una UEFA Cup, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey. A pesar de salidas de jugadores con desequilibrio como Justin Kluivert y Samu Lino, y con los únicos fichajes en propiedad de Pepelu y Sergi Canós, Baraja ha ido edificando un equipo de la nada. Ha dado forma a una columna vertebral favoreciendo la explosión de jóvenes como Giorgi Mamardashvili y Cristhian Mosquera, quienes han mejorado enormemente sus prestaciones en apenas unos meses. Casos similares al de Hugo Duro, que ha pasado de marcar un solo gol en la anterior campaña a los 12 de la actual.

Mamardashvili junto a Baraja tras el partido

Mamardashvili junto a Baraja tras un partido / LaLiga

A RITMO DEL CENTENARIO

Consciente de las limitaciones de la plantilla, el cuerpo técnico del ‘Pipo’ ha solidificado al Valencia a partir del valor colectivo y el trabajo diario. La concentración y el sacrificio para mantener las líneas juntas y reducir espacios, la presión y el contragolpe son los principios tácticos que Baraja, Toni Seligrat y Chema Sanz han conseguido que los interioricen los jugadores, los más jóvenes de la Liga. A la larga, los números han reforzado el trabajo del ‘staff’ de Baraja. A estas alturas de temporada -31 jornadas disputadas-, el Valencia 23/24 suma un punto más que el entrenado por Marcelino en el año del Centenario, en el que terminó la Liga 18/19 en la cuarta plaza con 61 puntos. Una posición que, en cambio, será imposible de alcanzar el próximo 26 de mayo, ya que los puestos europeos están mucho más caros que en la campaña en la que los Parejo, Coquelin, Kondogbia, Carlos Soler, Guedes, Rodrigo y compañía ganaron la Copa.

Una vez concluya la Liga con la visita a Balaídos para enfrentarse al Celta, el ‘Pipo’ pasará a formar parte del selecto club de técnicos que han resistido toda una temporada en la etapa de Peter Lim como máximo accionista. Se unirá a Nuno, Espírito Santo, Marcelino García -dos veces- y José Bordalás. El Valencia de Baraja está a un solo punto de rebasar los 48 que sumó el del alicantino, y si supera los 53 del curso 19/20, empezado por Marcelino, desarrollado en buena medida por Albert Celades y acabado por Voro, habrá puntuado más que en todas las otras temporadas en las que los entrenados fueron incapaces de completar las 38 jornadas en tiempos de Meriton. Casi diez años en los que únicamente Nuno y Marcelino pudieron clasificar al equipo para la Champions y pasar la barrera de los 70 puntos.

Hugo Duro es uno de los mejores goleadores nacionales de lo que va de temporada en LaLiga EA Sports

Hugo Duro es uno de los mejores goleadores nacionales de lo que va de temporada en LaLiga EA Sports / F. Calabuig

CRECIMIENTO COMPETITIVO

No obstante, los méritos del exjugador valencianista se multiplican por las características de una plantilla que el máximo accionista ha ido descuidando cada vez más con el paso de los años desde su llegada a finales de 2014. De hecho, en la sala de prensa de Pamplona, el entrenador valoró el proceso de crecimiento competitivo del equipo más joven y uno de los más inexpertos de la competición. «Con jugadores tan jóvenes se ve que van afianzándose a la hora de competir y ser rigurosos en detalles que son los que te hacen sumar. Todo es un proceso. Cuando les das confianza y responsabilidad a los jóvenes, que vayan creciendo durante el camino, es bonito ver cómo en campos como el de hoy ves su evolución. Vemos jugadores de 19 años que parecen que tengan 27», comentó el vallisoletano de 48 años.

El milagro obrado por Baraja con el equipo se ha cimentado desde la defensa y, en concreto, desde la meta. Los blanquinegros acumulan ya 12 porterías a cero y son la tercera mejor defensa de la Liga, con 32 tantos en contra, solo por detrás del Real Madrid, que acumula 20 goles, y el Athletic, con 29.

Aparte de regenerar un vestuario extrayendo veteranos que no sumaban como Cavani y Castillejo, Baraja aglutina a la afición en Mestalla, donde el equipo suma 29 de 47 puntos... y donde para el sábado esta todo el papel vendido para el choque con el Betis.

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