Minuto 28 de partido. Alex Sandro, lateral izquierdo de la Juventus, trata de proyectarse en ataque y colgar el centro cuando Cristiano Ronaldo, en el corazón del áreo, le da un manotazo con la izquierda a Jeison Murillo en el punto de penalti y cuando el colombiano cae le coge incluso del pelo. El juez de fondo lo ve claro, lo comunica por la línea interna y el árbitro principal detiene el juego. Después de consultarlo varias veces con su asistente, lo tiene claro.

La acción del delantero de la Juventus es una agresión: roja directa y a la calle. Decisión atrevida por parte de Felix Brych. Cristiano no asume su error y rompe a llorar en Mestalla, al punto que Pavel Nedved, ejecutivo del equipo bianconero, tiene que consolarlo mientras se retira en el túnel de vestuarios. La Juventus se quedaba con diez a la media hora de partido después de esta absurda acción del atacante portugués.