La gloria comienza en Trondheim

El conjunto entrenado por Ángel Villacampa arranca en Noruega el ilusionante reto de la Champions League. El Celtic es el primer obstáculo hacia la fase de grupos

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Después de una temporada que está enmarcada en su prestigiosa historia, el momento del Levante Femenino aterriza tras dos meses de espera. El torneo de las estrellas huele a grandeza y en ese ambiente debutará un equipo que, desde que finalizó el partido contra el Athletic que certificó la tercera plaza en Primera Iberdrola, sueña con competir junto a las mejores futbolistas del panorama europeo. El Celtic de Glasgow será el primer obstáculo a la espera de qué rival esperará en la segunda ronda en caso de ganar (Minsk o Rosenborg), pero la plantilla dirigida por Villacampa llega a la cita convencida no solo de su potencial, sino también de dar un golpe en cima de la mesa que advierta de que están preparadas para el reto. No en vano, el Viejo Continente ya sabe de qué pasta está hecha el escudo granota. Sobre todo en España, donde el Levante es pionero en el fútbol femenino, precisamente, porque fue el primero en acceder a la UWCL.

Las Alharilla, Alba Redondo, Toletti y compañía tienen el deber de honrar en Trondheim a todos los equipos levantinistas que compitieron en la Champions League. El primero de ellos, el que capitanearon míticas jugadoras como Maider Castillo o Ruth García en la temporada 2001-2002, quienes también estuvieron presentes en la campaña posterior compitiendo en Europa, edición en la que el todopoderoso Arsenal, que acabó alzándose con el título, les apeó del torneo. La tercera, y última, fue hace trece cursos y dejó un sabor amargo después de superar la ronda preeliminar y, en la fase de grupos, perder dos partidos que le impidieron seguir su camino. Son trece años los que el cuadro de Orriols no pasea sus colores en el torneo de las estrellas. Por ello, la clasificación del combinado levantinista para la UWCL está cargada de emotividad.

Con Ángel Villacampa a los mandos, recogiendo los frutos que dejó Maria Pry, el Levante afronta el evento europeo después de una temporada en la que tuvieron que levantarse de los golpes que supusieron perder dos finales, pero que acabó con el objetivo establecido. Ahora, también se han tenido que reponer tras sufrir bajas sensibles como las de Esther González, Claudia Zornoza o Estefanía Banini. Un proceso de redención que les ha hecho fuertes de cara al choque frente al Celtic de Glasgow, tal y como refleja la pretemporada granota. Sus únicas dos pruebas terminaron en victoria. La primera, de manera contundente, frente al Villarreal (6-1). Y la segunda, convincente contra el que será un rival directo por una de las tres plazas de Primera Iberdrola como es el Atlético de Madrid. Muestra de que el conjunto entrenado por Ángel Villacampa está preparado para superar el enfrentamiento de la primera ronda contra unas escocesas que no pondrán facilidades.

El equipo dirigido por el español Fran Alonso aterriza en el torneo de las estrellas como debutante. Fundado en 2007, su escalada hacia la élite escocesa fue meteórica y su idea es la de posicionarse como uno de los mejores equipos de su país tras vencer la Copa de la Premier League femenina de Escocia en 2010 y quedarse a las puertas de conseguir la Copa SWPL en 2017 y 2018. Mediante una plantilla talentosa que combina talento y juventud, afrontan un nuevo año sin la futbolista que mayor rendimiento les dio la temporada pasada. Anna Filbey, tras un curso de puro crecimiento en la medular del Celtic como cedida, regresó al Tottenham para dar un paso más a su carrera. Jugadoras como Wellings, Donaldson, Teegarden intentarán cubrir su ausencia. El Levante, por su parte, llega al Koteng Arena con la autoestima por las nubes y con Gio Queiroz, tras firmar la semana pasada por el Levante, como nueva amenaza para la delantera. La ilusión, las ganas y la ambición por jugar la Women’s Champions League será un factor determinante para una plantilla que no tiene límites.