Los 25 elegidos para ascender a la élite

Una vez superada la barrera del cierre de mercado de fichajes, el Levante UD puso punto y final a dos meses exigentes en términos de planificación deportiva y económica, pero llevados a cabo con la entereza y la convicción de haber confeccionado a la plantilla que aspira a tocar el cielo de la élite del fútbol español. De haber subido el listón y de estar, esta vez sí, en plenas condiciones de hacer frente a la dureza de la Segunda División. 

Con Felipe Miñambres a la cabeza, el club levantinista ha estado inmerso en múltiples operaciones, de las cuales un total de 19 han sido satisfactorias. Una vez se desvincularon del combinado granota los que terminaron contrato el 30 de junio y volvieron los que estuvieron cedidos lejos del Ciutat de València en la 21/22, diez son las caras nuevas, con entrenador incluido, y otras diez las salidas. De las cuales, cinco (Roger Martí, Mickael Malsa, Enis Bardhi, Aitor Fernández y Gonzalo Melero) han sido traducidas con ingresos económicos a las arcas del Ciutat.

Sin embargo, el valor principal del periodo de transferencias levantinista está en cómo ha elevado el nivel de una plantilla que hace tres meses sufrió el revés de un descenso. Además, con el aliciente de haberse desprendido, prácticamente en su totalidad, de los futbolistas que mostraron su recelo a permanecer en Segunda División. No obstante, la permanencia de José Gómez Campaña y de Jorge De Frutos, pese a las constantes e insuficientes intentonas del Getafe por ficharlo, es transcendental no solo para que el Levante sea un hueso duro de roer en la categoría, sino también para ser uno de los máximos candidatos al ascenso. Dos futbolistas de un talento superior que, sumadas a la permamencia de Pepelu, lo mucho que implica la vuelta de Vicente Iborra, o a la seguridad bajo palos de Dani Cárdenas... garantizarán espectáculo y grandes tardes en Orriols.  

Por otra parte, las nuevas piezas de la plantilla fueron añadidas a través de cesiones y de jugadores libres, aprovechando, en algunos casos, oportunidades de mercado como es el caso de Wesley Moraes y de Charly Musonda. La única vez que el Levante abonó un traspaso para adquirir los servicios de un futbolista fue por Bouldini, a cambio de un millón de euros destinados al Fuenlabrada por un punta que, pese a haber militado medio año en Segunda, anotó siete dianas. Por lo tanto, el club, dentro de los parámetros de operaciones, y sin pasar por alto la ayuda al descenso, finalizó el mercado de fichajes con un balance positivo.

El único pero al tramo de transferencias del Levante es el de no haberle encontrado salida a Rúben Vezo. El central portugués estuvo en el escaparate de ventas durante todo el verano, y pese a haber tenido la posibilidad de salir el 1 de septiembre, tomó la decisión de quedarse. Después de arrancar el curso sin estar mentalmente en condiciones de competir, ahora, tal y como indicó Mehdi Nafti en su penúltima rueda de prensa, «está comprometido y motivado». De esta manera, el luso se suma al barco del ascenso con la finalidad de haber tomado la decisión acertada: rendir con el único objetivo de que el club suba a Primera División lo más pronto posible.