Momento clave en Orriols

El Levante UD atraviesa una situación económica de lo más delicada después de no consumar el ascenso a Primera la temporada pasada. Un hecho que obligó a reducir el coste de la plantilla, ‘abrocharse el cinturón’ y buscar alternativas para encontrar un plan de viabilidad, que estuvo a debate en el Consejo hace unos meses. Todo desembocó en la llegada de José Danvila y su equipo de trabajo a la directiva del club con una inversión de 10 millones de euros debajo del brazo como un depósito de garantía y que el club está teniendo que emplear para no incumplir con pagos importantes en el corto plazo y a los que hay que responder.

Con todo ello, el agujero al que se enfrenta la entidad levantinista es de alrededor de 104 millones de euros, seis más respecto a la auditoría que se hizo en verano para conocer la situación real del club. Una deuda que se divide entre los préstamos a los que tiene que hacer frente de Rothschild, OLB Bank y el Ayuntamiento de Valencia. A eso hay que sumarle que 30 millones forman parte del préstamo de CVC. Todo ello con el objetivo que acometer la 2ª fase de la reforma del Ciutat de València y construir la Ciudad Deportiva de Nazaret, para los que habría que destinar unos 30 ‘kilos’.

Por otra parte, el Levante todavía tiene que cobrar la ayuda al descenso de unos 19 millones de euros, así como parte de las ventas de jugadores como Roger, Melero, Bardhi o Pepelu.

La junta, para enero

Respecto a los próximos pasos que tiene que dar la directiva ‘granota’, todavía no se ha convocado la Junta de Accionistas, que cada año tiene lugar en diciembre, y todo apunta a que se retrasará hasta el año próximo, ya en enero.

En ella se tratarán temas como una más que posible ampliación de capital para hacer frente a los deberes a corto y medio plazo del club de Orriols. En dicha aportación de capital queda por dilucidar si será el propio José Danvila el que la acometa a título único, o si estará apoyado por Vicente Boluda como parecía en la primera candidatura presentada por Danvila, o si por otra parte termina por no hacerse. Lo que parece claro es que si se produce este aporte de capital, diluiría la participación accionarial de la Fundación, perdiendo incluso la condición de máximo accionista. Por el momento, se está tratando de evitar que el peso del pequeño accionista no se vaya perdiendo con una posible ampliación de capital millonaria, pero las necesidades del Levante aprietan y el ‘no ascenso’ dejó tiritando las cuentas del club a corto medio plazo.

Buenas noticias en el entrenamiento del Levante