El lunar de Kang In y los del Levante UD

Rafa Marín

Rafa Marín

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La noticia del día no fue el fichaje de Foulquier sino la desvinculación de Kang In. Las ofertas que ha tenido y su marcha con la carta de libertad retratan tanto el rendimiento del futbolista, al que Javi Gracia dio la puntilla, como la política de un club que lo tuvo de bandera y que ha vuelto a mover mal la carta de otro canterano, al estilo de lo dicho por Guardiola tras el doblete de Ferran al Arsenal. Sin embargo, es justo reconocer que en el actual mercado hay más luces que sombras, del acierto de Bordalás a la buena gestión del pulso con Wass. Que en Mestalla se estuviese a punto de hacer la ola no parece una mala señal.

Malas Sensaciones

El Levante llega al parón tras su primera derrota y sin haber ganado todavía. No es un drama, pero más que los resultados es la falta de una identidad definida en el juego lo que preocupa. A pesar del inconfundible sello de Paco López, cuyo desgaste a la espalda salta a la vista que es mastodóntico, el Levante ha ofrecido en las tres primeras jornadas demasiadas versiones de sí mismo, tanto buenas como malas y a veces hasta extrañamente dispares. Lo mismo espera al rival y apuesta por las transiciones, como en la segunda parte que hizo contra el Madrid, que trata como ayer de discutirle la pelota a la Real sacrificando jugadores de banda y optando por un ataque posicional. En vísperas del parón liguero de selecciones, dejarse en el banquillo a Morales y De Frutos resultó chocante pero nada nuevo bajo el sol. La temporada pasada ya hubo momentos en los que la prioridad en la gestión del vestuario, un arma envenenada, chocó con la continuidad de algunos hombres en el once titular con independencia de si estaban siendo o no los más verticales, entonados y desequilibrantes del equipo. Atentos al cierre de mercado.