Hasta el Betis acabó con pena

El Valencia del inicio de curso, el de los 10 de 12 puntos posibles, incluso el del Real Madrid, era el mismo en cada partido...

Bordalás saluda a Pellegrini antes del Betis-Valencia

Bordalás saluda a Pellegrini antes del Betis-Valencia / EFE

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El Valencia del inicio de curso, el de los 10 de 12 puntos posibles, incluso el del Real Madrid, era el mismo en cada partido. Reconocible hasta el punto de tener la sensación de estar viendo un partido en diferido.

En esa época la pelea por Europa no era una utopía, ni tampoco era impensable soñar con eso de ‘y si este año cambia la cosa’. Además se ganara o no, el aficionado veía el Valencia de Gracia tan lejos como una película de Pajares y Esteso. Pero en el fútbol todo cambia de un día para otro y en Mestalla parece que últimamente mucho más.

El equipo ahora es reconocible por algo totalmente distinto a ese arranque. La realidad ahora es tener una sensación general de haber perdido el norte, las ganas y hasta sentir que el Betis siente lástima en los últimos minutos.

Porque el equipo de Pellegrini se permitió el lujo de guardar a Fekir, a Rodri Sánchez en el banquillo sin darle minutos, descansar a Héctor Bellerín y cambiar a Guido Rodríguez con amarilla porque veía todo controlado. No es un detalle banal. El Valencia no ha dejado de ser el Valencia porque todavía tiene a su afición. Pero en estos momentos solo le queda eso. Es lo único que lo mantiene en pie. 

¿Hay marcha atrás?

Hasta hace bien poco hablábamos de la posibilidad de ir a Europa. De meterse en ese tren y tratar de aprovechar algún despiste de esos equipos que tienen tres competiciones este año. Pero ahora toca hablar también de si eso no pasa. Teniendo claro que hay que vender para fichar -como a muchos equipos les pasa- la cuestión es para qué le da a la entidad. ¿Para cesiones de suplentes en otros equipos? ¿Para debilitar más la columna vertebral? ¿Te da para convencer a Gayà y Soler? En el fútbol todo cambia rápido y ojalá el Valencia vuelva a su racha inicial. No es imposible y el Betis de la 2020/21 es un ejemplo, pero si eso no pasa el futuro es preocupante.