Opinión

Editorial SUPER: A los valencianistas

La única salida es negociar la salida de Lim, recuperar al Valencia CF y pasar página de esta pesadilla

Una imagen de una de las protestas contra Meriton

Una imagen de una de las protestas contra Meriton / Francisco Calabuig

La tercera gran manifestación contra Lim no va a liberar por arte de magia al Valencia CF del secuestro al que lo tiene sometido un magnate singapurense tildado por su principal empleado, un indigno presidente, de «amateur» y «senil». Sin embargo, del resultado del partido que los valencianistas juegan este sábado fuera de un Mestalla que debe permanecer vacío depende gran parte del futuro inmediato. A través de las cinco entregas de Meriton Confidencial, la exclusiva con la que Superdeporte ha aportado su grano de arena en la misión de recuperar el Valencia para los valencianistas, los audios de Murthy confirman la necesidad de hacer todo lo posible para detener la deplorable deriva deportiva, institucional, social y económica del equipo con más seguidores de la Comunitat, una entidad abocada de manera inexorable al abismo con sus actuales gestores. El audio de los aficionados que van a manifestarse a partir de las 17:00 es el que falta para cerrar una semana tras la que solo cabe un punto de inflexión. Es sencillamente inaceptable, en especial en un momento como este, que la respuesta a la ignonimia de Lim se plague de dudas y vacilaciones. Ningún valencianista, tras haberlo escuchado de viva voz de quien está perpetrándolos, puede ya ampararse en la ignorancia sobre el significado y los propósitos reales que hay detrás de todo: el desprecio a los aficionados, la burla a las instituciones, la ofensa a los valores del valencianismo y el desmantelamiento de una plantilla raquítica que, según los planes, se va a continuar debilitando.

UNA SALIDA NEGOCIADA

Es el momento, con más motivos que nunca, de remar en la misma dirección por el bien común y no renunciar a una parte de la identidad de los valencianos. El tiempo de Lim y sus colaboracionistas ha pasado y ante esa realidad no cabe otra respuesta que un cordón sanitario. Un cierre de filas, sin fisuras, que empiece por las instituciones, no solo políticas sino también del fútbol. La única solución posible está en negociar una salida con la que recuperar el Valencia CF y pasar página a la peor pesadilla de la historia.