Opinión

A seguir dando 'pie'

Una cosa son las conclusiones precipitadas y otra dejar de reconocer todo lo bueno que dejó el estreno

Carlos Soler, frente al Borussia

Carlos Soler, frente al Borussia / Francisco Calabuig

Una cosa son las conclusiones precipitadas y otra no reconocer que el primer partido del Valencia fue bastante bueno. Sin duda bastante más de lo previsto. Sobre todo por lo que podía esperarse de una plantilla más debilitada que la de hace un año. La misma por cierto por la que aún no ha pasado la temida podadora, una realidad por la que de ahí a lanzar las campanas al vuelo va un trecho. Con los claros por encima de los oscuros y a base de ganas de fútbol, más que lecturas exageradas lo que sí que toca es disfrutar de la imagen ante el Borussia.

Las sensaciones del trabajo en estas semanas de Gattuso, cuya energía contagia, se confirman con el paso de los días. Positivas en su gran mayoría. Así que hay espacio incluso para dar pábulo a palabras como las de Arias, lógicamente optimista, respecto a la «entereza» que no le había visto al equipo «en dos años y medio». Una opinión que lleva hipérbole, aunque con el técnico italiano el objetivo es que se juegue a otra cosa. Y para eso, además de futbolistas con buen pie, va a hacer falta la pelota, esa que llegó a ser la gran desconocida. Que Guedes y Soler, las grandes perlas en el escaparate, son los mejores del equipo precisamente cuando la tienen es algo que se sabe de sobra. Ojalá sonase la flauta... Al menos para que si no queda otro remedio que traspasarlos, sus recambios estén a la altura.

En la línea de lo que declaró Castillejo, el único fichaje y de paso también uno de los destacados, es posible que la ambición llegue más del corazón que de la cabeza, pero hay palabras que se agradecen. El malagueño no tiene nada que envidiarle a los jugadores que han pasado últimamente por su demarcación, a lo que se añade que sigue siendo de los que suman dentro y también fuera del campo con sus declaraciones. Pese a que es muy pronto y ni se debe ni se puede hablar de Europa, menos todavía cuando todo está tan en mantillas, se agradece no rebajar tanto el listón de exigencia y que a partir de ahí los implicados trabajen para superarlo. Es momento de cruzar los dedos y no desviarse del camino, que desde luego ya es decir. De ilusión también se vive, mucho más en la pretemporada.

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