CONTRAVOLANTES

Las chapuzas de la Fórmula 1

Verstappen lidera la carrera detrás del coche de seguridad

Verstappen lidera la carrera detrás del coche de seguridad / EFE

Ángel Castaños

Ángel Castaños

La Fórmula 1 es una industria que mueve miles de millones de dólares. En ella trabajan los mejores pilotos, ingenieros, mecánicos, organizadores de eventos que buscan con tesón, en cada una de sus acciones, la perfección. Y a pesar de todos esos esfuerzos en Suzuka hemos vivido dos situaciones que han rozado lo esperpéntico.

La primera fue ver cómo un vehículo de extracción irrumpía en la pista para recuperar el accidentado Ferrari de Carlos Sainz, cuando el resto de los coches seguían rodando a ritmo de carrera. El coche de Gasly, ignorando las señales de safety car, rebasó ese tractor a gran velocidad. Fue precisamente aquí donde en 2014 murió Jules Bianchi al chocar contra una grúa. Y fue la pérdida del piloto francés la que originó una normativa para que no volvieran a coincidir monoplazas y tractores, cuando los primeros giran a más de trescientos kilómetros por hora. Poco parece que hemos aprendido.

La segunda de las situaciones fue ver cómo lo complicado del reglamento deportivo hizo a gran parte de pilotos, miembros de los equipos, periodistas y aficionados quedar en la duda de saber si Verstappen era o no campeón tras cruzar la meta en Suzuka. La sanción a Leclerc por saltarse la última chicane le quitó la segunda plaza al monegasco y sentenció el título en favor de Max. En mitad de la entrevista con Johnny Herbert, el holandés pasó de no ser campeón a serlo. Pocos minutos después, en el ante podio, dejó de serlo otra vez, o al menos eso le dijeron. Pero al salir al podio fue finalmente coronado, tras entender todos, que independientemente de las vueltas disputadas, al no haberse cancelado la carrera, Max se llevaba todos los puntos disputados y lograba su segundo campeonato. Parece que del enrevesado reglamento tampoco hemos aprendido mucho. En todo caso, enhorabuena para el de Red Bull y para Honda que remataba el título en casa.

La FIA debe sin falta averiguar qué demonios pasó con el tractor: la vida de los pilotos se pone en riesgo con estos errores. Esperemos que sean más rápidos depurando responsabilidades que decidiendo las sanciones por el exceso del límite presupuestario de Red Bull en 2021 que debían haber llegado el miércoles y de las que, misteriosamente, todavía no sabemos nada.