Variaciones

Los milímetros cuentan, o cogemos el VAR con todo o lo eliminamos

Mundial de Fútbol: Japón - España

Mundial de Fútbol: Japón - España / Rodrigo Jimenez

Juan de Dios Crespo

Juan de Dios Crespo

Ahora, nos ha pillado a contrapié, y en la posición adversa, porque Japón marcó su segundo gol, el del triunfo, cuando el balón parecía que había claramente sobrepasado la línea de fondo. Muchos vídeos, de distintos lugares y de diferentes medios han dado imágenes obvias de que la pelota se fue allende el marco reglamentario, pero una llamada «recreación» de FIFA demuestra que unos milímetros estaban en lo legal… Esas diferencias casi microscópicas son las que van a definir goles o fueras de juego, y nos tenemos que acostumbrar.

Varios offside han sido pitados casi por la uña de un pie o el dedo de una mano, dejada más atrás que otra, y este Mundial de Catar está demostrando que o cogemos el VAR con todo o lo eliminamos, pero que si es un instrumento a aceptar, como yo creo, los milímetros van a contar.

Otra cosa es que quisiéramos tener la información de la «recreación» de manera inmediata, para evitar el pánico en los aficionados y en la prensa, pero los que la tienen son los que han de juzgar y definir el bien y el mal en una jugada y solo, como hemos visto con el caso japonés, si hay una crítica casi unánime, tiene que venir el Santo Var, recreado, para difuminar las dudas y darnos la verdad.

No me he ido por las ramas ni me ha dado un súbito ataque religioso, sino que lo bien cierto es que ya se parece nuestro amigo VAR a un nuevo tipo de religión, en la que se ha de creer, se vea o no se vea lo que sus clérigos, los árbitros, y su sumo pontífice, la FIFA, nos dicen qué ha acaecido.

En fin, que nos esperan años de discusiones «varianas» y variadas, aunque, visto desde el prisma de algunos años, es exactamente lo que estaba ocurriendo, cuando los Al Ghandour de turno se equivocaban, dando lugar a diatribas dialécticas entre aficionados de uno u otro equipo.

Así que el VAR no ha cambiado (casi) nada… Mientras sigue este mundial, más abierto que nunca, recomiendo la novela de Aixa de la Cruz, «Las herederas», donde se ahonda en lo peor (y algo de lo mejor) de cada cual, cuando hay que repartirse un botín…

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