Otro pibe inmortal

Otamendi hizo historia con el dorsal ‘19’ de Ruggeri en el 86 y el de Passarella en el 78. Se lo merecía

Otamendi, con la Copa del Mundo en sus manos

Otamendi, con la Copa del Mundo en sus manos / EP

Andrés García

Andrés García

Podemos presumir de haber visto la mejor final del Mundial de la historia. En nuestro corazón siempre estará la de Sudáfrica de 2010, pero el espectáculo que ofrecieron Argentina y Francia fue lo nunca visto. Grandioso. Como la figura de Messi. Si todavía resiste el debate futbolístico de Maradona es porque al Diego siempre le acompañará, incluso sin vida, un componente político-emocional-religioso que lo hará especial por el resto de los días. Muchos valencianistas sintieron como suya la Copa del Mundo de Aimar y Ayala. Y se alegraron por la felicidad de Kempes. Yo me detengo en Otamendi. Qué lástima el fallo del primer gol de Mbappé. ¡Pero qué Mundial! Y qué orgullo. Nico hizo historia con el dorsal ‘19’ de Ruggeri en el 86 y el de Passarella en el 78. Se lo merecía. Hay que felicitarlo y hay que agradecerle todo lo bueno que dejó aquí. Que fue mucho. Recuerdo a los niños celebrando los goles como el ‘General’. Se convirtió en ídolo. Y eso es muy complicado jugando de central. Lástima que  Lim no tardara ni un año en venderlo. València siempre será su casa. Hoy más que nunca, ya eres otro pibe inmortal.

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