‘Colleja’ a Mestalla

Sin fichajes y con Gattuso arrinconado y a la defensiva, el partido de hoy es del todo trascendental

Rueda de prensa del entrenador del Valencia Gattuso

Rueda de prensa del entrenador del Valencia Gattuso / FRANCISCO CALABUIG

Rafa Marín

Rafa Marín

El nerviosismo de que el descenso esté a tres puntos es el peor rival al que el Valencia CF se mide este domingo en Valladolid. Y es que apenas tres días después de que la afición explotara con la debacle en Copa, los de Gattuso se la juegan en LaLiga. Sin noticias de fichajes y con el entrenador arrinconado y a la defensiva, el partido en Zorrilla es del todo trascendental para el presente y el futuro inmediato del club. Otro mal resultado podría empeorar todavía más una tormenta de consecuencias imprevisibles. Con el valencianismo de nuevo alerta, la manifestación del 11 de febrero continúa cogiendo vuelo. Y no hay duda de que la delicadísima situación deportiva es la que va a marcar la agenda. La política se mantuvo y en el asunto del estadio se avanza, por más que sea a paso de tortuga. Pero la clasificación aprieta y es la cerilla que siempre termina encendiendo la mecha. Faltaba que Rino, por si no fuera suficiente con los bandazos desde el banquillo, le diera una colleja a Mestalla al decir que «no es fácil jugar si al primer fallo te aprietan 45.000 personas». Siendo cierto que era complicado explicar lo que quería, se equivocó, igual que con el uso que le ha dado a la palabra «miedo». Cada intervención pública del italiano resulta más decepcionante que la anterior. Y aun así, no es eso lo que importa, sino que dé con la tecla y que al menos se demuestre que es más víctima que cómplice en el estado de ansiedad en el que se encuentra el equipo. En Mestalla se ha sido esta temporada más paciente que en ninguna otra y el míster ha sido uno de los grandes beneficiados.

Preocupación

Es imposible creerse que la plantilla esté contenta. Menos aún después de que el enfado de una parte de la grada se canalizara en los futbolistas, responsables pero no culpables de la gestión deportiva. El resultado de las reuniones del viernes, primero sin Gattuso y luego con él, tiene que verse en el campo. La comunión entre entrenador y plantilla ha sido hasta ahora una coraza ante los problemas. Pero los resultados y las idas y venidas de las últimas semanas exigen mensajes contundentes tanto hacia dentro como afuera. 

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