La obsesión de Lim

Viendo que todo está en manos del TAD que pasó de Gayà, mejor centrarse y no empezar a autoboicotearse

El Valencia aún necesita ganar al Espanyol para llegar salvado a la última jornada

El Valencia aún necesita ganar al Espanyol para llegar salvado a la última jornada / EFE

Rafa Marín

Rafa Marín

El mismo TAD que pasó olímpicamente de Gayà es ahora el que tiene en sus manos la cautelar para Mestalla. Como dijo el ínclito Anil, es lo que hay. Al samaritano de Florentino y compañía se les ha ido la campaña de las manos. Se han llevado lo que quedaba del fútbol español por delante y han masacrado ya no a València sino a España entera. Así que ojo con el Mundial ahora que hasta en la Casablanca (la de EEUU) se han tragado las mismas pruebas que Competición, léase tik-toks y los vídeos de la agencia de Vinícius. Está la cosa como para que el domingo la grada desde la que los idiotas de turno profirieron los insultos no esté cerrada. Gracias a todos los que lo han hecho posible, también a los grupúsculos que a Meriton le han explotado en las manos. Y que siga la fiesta. Pobre Vini, pero que le den al Albocàsser, que eso es Regional y ahí los «monos de mierda» con 25 euros van más que listos. La hipocresía.

Sufrimiento

Para lo que tampoco está la jornada es para autoboicotearse. Bastante con una grada vacía como para hacerlo con el resto del estadio cuando está en juego la salvación, esa palabra que desgraciadamente, como dice Joan Carles Martí, va a acompañarnos un tiempo. Porque salvo catástrofe los de Baraja van a conseguir el objetivo, pero Lim no se mueve sin que lo empujen. Ahí sigue el máximo accionista con la maquinaria que los de aquí le accionan con ampliaciones de la demanda a Generalitat como la presentada ayer. Un escrito sin desperdicio en el que se insiste en la obsesión contra Libertad, Sandra Gómez o el mismo SUPER. En general, con todos aquellos que tienen en común no esconderse a la hora de dar la cara por el club. Qué gran propaganda electoral.

Ascenso

«Hasta el final» es el lema con el que el Levante UD ha convocado a su parroquia para el partido contra el Oviedo. Y así tiene que ser porque, en el peor de los casos, el final será el play-off. Si no se produce el milagro, de lo que se trata es de acabar fuertes la liga regular y darle todo en la segunda oportunidad. Toca ganar y salir del Ciutat altos de moral.

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