Reset, no: delete

Hay que borrar de inmediato todo aquello que no funciona. Con apagar y encender el aparato, como si fuera el wifi, no sirve

Layhoon con Javier Solís

Layhoon con Javier Solís / Francisco Calabuig

Sergio Arlandis

Sergio Arlandis

Todo esto de utilizar anglicismos para darle un toque de modernidad a lo que decimos me parece chabacano si lo mido y comparo con el proceder que tiene este club. No, Layhoon, no hay que hacer un ‘reset, sino un ‘delete’, es decir, borrar de inmediato todo aquello que no funciona, ni funcionará, porque está bien claro que, con apagar y encender el aparato, como si fuera el wifi, no funciona. No sé si en Singapur se considera esto como artesanía ejecutiva, pero aquí no deja de ser una acción patética.

Desde Lim hasta Yunus, casi todos fuera, como si los pudieses borrar, sin dejar huella, lazándolos bien rápido al olvido, porque son como las bíblicas plagas de Egipto y cabe renacer desde la nada. He dicho plagas, no pagas, que para eso ya está la plantilla preparando su bolsillo por el buenhacer al salvar al equipo del descenso ¿lo ves, Layhoon? Una limpieza a fondo, con estropajo y lejía. Y tú, lejos, bien lejos de la purga, es más: formando parte de ella, como quitándote también a ti. Y esto no será difícil, porque has estado tan ausente como tu jefe máximo, el intratable Lim. Todos fuera, que no quede ni uno, que os arrastre el agua con ella hacia vuestras acequias personales, que seguro que los hacéis muy bien, pero aquí ya no tenéis nada bueno que ofrecer, como se ha quedado demostrado no una, no dos, no tres, sino muchas, muchísimas, veces.

No hay autocrítica porque no hay un cambio drástico de modelo: ¿Qué valoración se puede hacer del nefasto trabajo de Corona al frente de yo qué sé qué deportivo que dirige? ¿Qué valoración se puede hacer de los Kiat Lim y compañía si no aparecen por aquí? ¿Qué valoración se puede hacer de Layhoon, que ni sabe ni le interesa saber cómo se gestiona un club de fútbol? ¿Qué valoración se puede hacer de Lim y su compinche Mendes si ellos van a la suya? Que nos consideren tan tontos como para pensar que nos tragaremos esta nueva mentira solo habla mal de su soberbia, íntegra e integral, al frente del club: desde los que dan la cara alguna vez hasta los que no la dan nunca ¿Estos qué reset van a hacer?  

Entonces, señalar a otro lado para no mostrar la vergonzosa manera de dirigir que tienen es ahora llamarlo ‘reset’ y así, de manera eufemística, decimos que estamos en el camino de sacar lo mejor del club…sí, claro, se saca, cada verano y se malvende también: todo lo bueno que tiene el club se lo van puliendo, como termitas insaciables. Y cuando ya no quede mueble, entonces nos volverán a pedir perdón, con la boca pequeña, y hablarán de resetear: para entonces el Valencia CF lo habrán convertido en un enorme montón de estiércol, al que ya nadie con dignidad quisiera acercarse, y revolotearán, sobre lo hecho, como insectos insaciables de aprovechar lo que sea, de lo que quede. Esta es mi sensación del ‘reset’, ni más ni menos: que siga su fiesta particular del desastre.

‘Delete’ es lo que cabría hacer, también, con buena parte de la plantilla, empezando por Castillejo, al que le gustaba más Gattuso según dijo desde su incontinencia de fuga intelectual, ayudando, como sostuvo en Málaga, no sé a qué ¿a bajar al club? Le seguiría Yunus, que ha tenido un cortocircuito grave y no deja de restar y restar cada vez que juega: este chico sobra y el domingo estuvimos a punto de pagar muy caro su infantil respuesta. Ya dije que cabe limpiar un vestuario que está muy lejos de ser ejemplo de nada y menos, aún, de profesionalidad conforme se han ido sabiendo algunas actitudes, irresponsables, fuera del campo. Lamentable porque siempre aposté por ellos en esto y aquí también me han decepcionado algunos. 

La nómina de jugadores es larga, muy larga, de tal modo que yo me quedaría con diez y el resto a la calle, a pintar pasos de cebra o reparar bancos de parques. No se puede admitir tan bajo nivel en una plantilla que se antoja profesional y que, encima, tengan la poca calidad ética de aceptar el pago de unas primas por no bajar. En su derecho están, sin duda. Ahora bien, si el objetivo va a ser ese, entonces las fichas deberán regularse a ese mismo objetivo, de tal modo que cabría resetear también la sobrefinanciación de un salario no justificado, porque si la cuestión es que voy a recibir dos kilos por temporada por entrenar, llevar la camiseta y hacer el ridículo día sí y día también en muchos casos, que me pongan a mí, que seguro que hago el ridículo mejor que ellos, sin lugar a dudas, pero me llevo un pastizal por estar y no rendir.

Son tantas las incongruencias de este club que utilizan palabritas modernas para parece más ‘cool’, más ‘chick’, pero en verdad es ‘naïf’, sinceramente, porque tanta incompetencia, tanta incapacidad de gestionar, en lo económico y en lo deportivo, cabe disfrazarla con nuevos proyectos (que son viejas costumbres), con nuevas palabras, con nuevos hábitos, con nuevas mentiras que también son siempre las mismas, con un perdón que suena a sutil palabra seductora del lobo que anda al acecho.

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