Baraja dimite, por favor

Hacen falta bastantes fichajes. Palabra del capitán Gayà que ha puesto voz a lo que piensa todo el valencianismo. Baraja entrena una especie de Mestalla Premium, y Ángulo el Mestalleta de toda la vida. Con esa plantilla que se presenta hoy, y a seis días del inicio de curso en el Pizjuán, el Valencia es un firme candidato al descenso, y solo hay que esperar que haya tres equipos peores para salvarse en el último minuto otra vez. 

Si Peter Lim no lo remedia, que parece que no, eso es lo que hay. Con la sola incorporación de Pepelu, y las bajas de Kluivert, Yunus, Cavani, Lino, Ilaix y Nico, todo el planeta fútbol sabe que el Valencia no dispone de plantilla para quedar entre los quince primeros. Los más optimistas se aferran a los veinticinco días que quedan de mercado, y siendo verdad, con los años que conocemos a Meriton solo pueden llegar descartes en préstamo y pocos futbolistas reclamados por el técnico para su proyecto.

Como se supone que la pretemporada es para engrasar el esqueleto del equipo, ver como crecen los canteranos para contar con ellos ante cualquier imprevisto y esperar a lo sumo una sorpresa a favor, y no la que todo el mundo sabe (la prevista salida de Mamardashvili), todavía no entiendo que hace Baraja en el banquillo. Se haría un favor, y también a nosotros, si aprovecha esta noche para dejar plantados a Lim, Lay Hoon, Corona y el resto de presuntos implicados que solo hacen que devaluar cada día más al Valencia y a su historia.

Mientras que Baraja y otros valencianistas de pasado intachable sigan colaborando con la destrucción de la entidad, seguirán las trampas al solitario, y llegados a este punto lo mejor es decirse las verdades a la cara desde el primer día, desde la presentación de esta noche. Un Trofeu Taronja que hace años está desprovisto de ese sabor de verbena veraniega donde te dejas llevar por la euforia para repetirte abrazado de los colegas que Mestalla es el mejor santuario para un mundo feliz.

Esta noche era antes muy esperada para aplaudir a los nuevos, darles el salvoconducto como valencianistas eternos y dejar claro que el Valencia nunca caminará solo. Solo queda eso último, porque pese al continuado intento de Lim para depreciar al pueblo de Mestalla, el propietario del club desconoce que cuando las cosas vienen mal dadas, la respuesta del valencianismo de base es superior, como demuestra la mayoritaria renovación de abonos. 

A los deseos mayoritarios de la salida de Lim, con el necesario empujón de Ayuntamiento, Generalitat y CaixaBank para poner punto y final a Meriton, añado uno muy particular. Baraja dimite, por favor.

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