Para aprender, perder… pero no así

Malas decisiones, faltas de concentración y pocos recursos

REAL MADRID - VALENCIA CF

REAL MADRID - VALENCIA CF / EFE

Dani Meroño

Dani Meroño

¿Lección aprendida? ¿Derrota útil? Es lo único que nos queda por sacar en positivo de lo que sucedió en el Santiago Bernabéu el pasado sábado. Han pasado dos días y aún me dura el mosqueo. El Valencia CF no tenía nada que perder, pero creo que perdió más de lo que esperábamos. No sé ni por dónde empezar. 

El Valencia CF salió goleado del Santiago Bernabéu en una noche para olvidar donde el equipo mostró su peor versión: Malas decisiones, falta de concentración y pocos recursos. Era una cita marcada en el calendario por mil razones y al final acabará siendo recordada como una de las derrotas más dolorosas en la casa blanca.  

Aunque era muy probable caer, lo cierto es que salió todo del revés: El equipo se topó con un gol en contra en el primer suspiro; perdonaste demasiado en un escenario donde no puedes conceder; y, para más inri, tanto Rodrygo como Vinicius tuvieron su mejor noche. 

Porque al Real Madrid no le puedes dar facilidades ya que, con la pegada que tiene, te puede sentenciar rápidamente. Y es lo que ocurrió. Perdonas el empate y te hacen el segundo. Sales con falta de intensidad en la segunda y te hacen dos goles seguidos. Concedes espacios y te clavan cinco. Al intercambio de golpes siempre van a ganar ellos, porque tienen más pólvora sobre todo cuando tú la tienes mojada. 

Por eso podemos analizar un millón de veces el partido que al final siempre vamos a llegar a la misma conclusión: Falta profundidad de plantilla. 

Podemos focalizar la derrota en los errores de Hugo Duro, Mamardashvili, Mosquera o del planteamiento de Baraja pero estaremos siendo poco honestos con las circunstancias de este equipo. Porque no podemos pretender que los once tíos hagan buenos partidos, tomen bien las decisiones y rayen a un nivel tan excelso como contra el Atlético de Madrid toda la temporada, es imposible. Y más inverosímil es si no tienen competencia dentro de la plantilla, jugadores que los complementen o recambios que puedan suplirlos cuando estos no den el nivel. El sábado no tenías futbolistas diferenciales que pudieran cambiar el signo del partido de la misma forma que tampoco los tuviste para cerrarlo el día de San Mamés contra el Athletic Club. Es un problema de planificación. 

Por supuesto que a este equipo hay que exigirle, primero porque llevan el escudo del Valencia CF en el pecho y representan el noble sentimiento de millones de aficionados; después porque son profesionales de este deporte; y por último porque la segunda parte fue un descalabro absoluto. Pero no podemos cargarles con toda la responsabilidad de lo que sucede. Yo no lo voy a hacer. El club debe ser consciente de la realidad de este equipo que, sin fichajes, es posible que pase momentos duros y, sin experiencia o recambios, es muy complicado que puedan cambiar una dinámica de partido. Espero que estos hayan aprendido la lección.

Seguro que el partido no es reflejo del trabajo del equipo ni tampoco de la temporada que están haciendo tanto los chavales como el entrenador; pero sí es una consecuencia de la mala gestión del mercado de fichajes y la falta de opciones. Y ese es el punto de partida para hacer cualquier análisis con respecto a un equipo que quiere pero no siempre puede. Y está claro que para aprender, perder…pero no así.

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