Baraja quiere la Copa que Lim nunca quiso

La Copa del Rey es sagrada para el Valencia. Le guste o no le guste a Peter Lim. Al máximo accionista siempre le estorbó cuando el equipo aspiraba a puestos europeos. Ni la quería cuando pudo ganarla. Ni la celebró cuando la ganó. Siempre la despreció. Ahora que ha abandonado al club a su suerte sin planificación ni inversión en fichajes, imagino que la Copa le dará igual. Como la Liga. A Rubén Baraja y a la afición le pasa justo lo contrario. La Copa fue, es y siempre será una competición fetiche para la entidad de Mestalla. Jugarla motiva, ilusiona y nos devuelve a la cabeza recuerdos imborrables. Como el del Pipo levantando el trofeo en 2008 cuando era capitán junto a Carlos Marchena. Quince años después, Baraja habla de la Copa con la misma ambición y respeto. Y tiene mucho mérito porque aquel Valencia no tiene nada que ver con este. Con toda la que está cayendo en el club, escuchar al técnico decir que «la Copa es el camino más corto para conseguir un título» es un regalo para los oídos de cualquier aficionado del Valencia. Una bendición. El Pipo va a darle a la Copa la importancia y el valor que merece. Seguro. Porque lo cree y porque lo siente. La cómoda situación en la clasificación a kilómetros del descenso permite poner el foco en el Cartagena. Es el escenario perfecto. Con el Pipo y los niños hay licencia para soñar. Este joven equipo compite contra todos a pesar de sus limitaciones. Que se lo pregunten al Atlético o al Barcelona. ¡A por la Copa! 

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