La fuerza del equipo y no dejarse engañar

Hay que firmar debajo de cada una de sus palabras. Baraja se lo ha ganado a pulso y con hechos. Ayer, una vez más, volvió a dar en el clavo. Lo importante es tener un equipo, «no una plantilla de jugadores». Toda la razón. Esa es una de las claves. También el mayor mérito. Y el mantra para el partido de esta noche, Mestalla incluido. Siempre Mestalla. Porque el Pipo tiene claro que la afición forma parte de ese gran equipo. Si el Valencia CF, condenado a salvarse y prou, puede permitirse el lujo de soñar, es gracias a todos.

Es indiscutible que el técnico es el mejor posible, hasta para Meriton. Como indiscutible es que la grada ha marcado la diferencia en un momento clave de la historia del club. Con el mercado abierto, a partir de ya se irá viendo a qué se puede aspirar y a qué no. Pero sin engañarse. Los buenos resultados no pueden maquillar la ausencia de proyecto. Ni lo ha habido para llegar hasta aquí ni lo hay para aprovechar lo conseguido. Por eso lo más inteligente es disfrutar del momento y no ir más allá a la hora de plantearse escenarios a futuro.

No al menos mientras esté Lim, al que le tiene igual el valor deportivo de los jóvenes. Aún menos el del entrenador, al que no ha invitado a Singapur y con el que ni siquiera se ha dignado a hablar. Mejor. Y ojo, porque lo de no dejarse tomar el pelo vale para más cosas. Especialmente para el Nou Mestalla. A estas alturas no cuela (ni es verdad) que todo vaya a ser culpa del Ayuntamiento. El mensaje de que hay que tener cuidado, mucho cuidado, continúa vigente.

Y es totalmente ajeno a los intereses políticos que pueda haber en juego o los recados de unos partidos a otros. La ciudad se merece un estadio, pero no uno cualquiera ni a cambio de ningún chantaje, ya sean los beneficios urbanísticos o el Mundial. Para que el Valencia CF funcione, además de dinero, hace falta que las cosas se hagan bien. Y el ejemplo de Baraja y los jugadores es el que tiene que cundir. Ahora y siempre. 

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