Mosquera sabe dónde está y lo que quiere

Mosquera pugna una pelota con RDT

Mosquera pugna una pelota con RDT / EFE

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El fútbol no siempre pone a cada uno en su lugar pero a veces sí es justo. Y todas esas ocasiones se agradece. Sobre todo porque hay gente que merece todo lo bueno que le pasa y en ese cupo está Cristhian Mosquera. El central es un futbolista que desde hace muchos años apuntaba como uno de los jugadores importantes no solo en Primera a nivel Valencia, sino como futurible de la selección española absoluta. Y lo cierto es que no se desvía ni lo más mínimo de esa hoja de ruta. El central ya se ha enfrentado a jugadores como Lewandowski o Guruzeta, que dominan muy bien la situación del cuerpo a cuerpo, y no ha sufrido en absoluto. Y los errores, como el día de Mallorca, ya están en el olvido porque cada día es un futbolista más seguro y capaz de rendir al cien por cien jornada tras jornada. Ese es su gran triunfo. Ha hecho normal algo que es muy difícil en el primer año en la élite. Llegar y tener la oportunidad la tienen miles de futbolistas año tras año en el fútbol europeo y en una gran liga como la española -a pesar del bajón evidente del nivel global- aún más, pero la realidad es que asentarse y demostrar que estás preparado para quedarte es lo más difícil. Y él lo está consiguiendo con suma facilidad. Rechazar ofertas del extranjero también demuestra otra cosa: ambición. Sabe que los trenes, en su caso, pasarán en más ocasiones. Pero ahora está focalizado en ser el mejor central posible para el Valencia CF. El futuro ya dirá. 

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