A la Liga contra Lim aún le quedan ocho jornadas

Por fin, después de meses de funcionamiento implacable de la anestesia mediática que dosifican Javier Solís y Miguel Ángel Corona, el valencianismo dijo: «¡Hasta aquí!»

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

El sábado, el valencianista que sufre la esperpéntica gestión del Valencia CF de Meriton volvió de Mestalla a casa plenamente feliz. Por fin, después de meses de funcionamiento implacable de la anestesia mediática que dosifican Javier Solís y Miguel Ángel Corona, el valencianismo dijo: «¡Hasta aquí!». El mercado de (no)fichajes que se marcó la estructura de pelotas de Lim reinante en València acabó siendo el detonante de un despertar necesario en las gradas del Templo. Antes, durante y después del Valencia - Almería, la afición mostró una unidad que no se veía desde las manifestaciones masivas contra el máximo accionista más dañino del mundo del deporte.

Layhoon, Solís y Corona comprobaron que hay miles de personas que no están por la labor de permitir mucha más impunidad para con los continuos atentados que su jefe singapurense perpetra contra el escudo y el murciélago. La victoria ante el Almería fue importante para el equipo, pero la de la grada frente a Meriton lo fue para el futuro. Si realmente se aspira a Europa, Lim debe desaparecer del accionariado del club, simple y llanamente, porque él no piensa en el balón ni en tener un equipo mejor... Que se lo pregunten a Rafa Mir. Los ocho partidos que quedan en casa deberían convertirse en réplicas de ese ejemplar Valencia - Almería. Ah... y bienvenido el nuevo Col·lectiu de Penyes Valencianistes’. Señoras y señores políticos, tomen buena nota. De todo. 

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